Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) 2017, Costa Rica es el segundo lugar de Latinoamérica en donde se ejercen menos acciones para prevenir y contrarrestar los casos de bullying que se denuncian en el país.
El silencio es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el enemigo más doloroso y peligroso ante esta situación, y de no controlarse se espera que para el año 2025 se presenten más de 850.000 casos de suicidios en menores de edad en el mundo. Al 2015, se reportaron en el país, 21 suicidios por causa del bullying en personas entre los 14 y 21 años.
Para el 2019, el Ministerio de Educación Pública (MEP) reportó que en el 2015 existieron 248 casos de agresiones en diversos centros educativos; 76 en el 2016, 79 en el 2017, en el 2018 se registraron 140 casos y para el primer cuatrimestre del 2019 se sumaron más de 45 casos atendidos solo en los primeros cuatro meses.
Guanacaste no escapa de la realidad que viven las escuelas y colegios del país. En el 2016, en un colegio en Sardinal de Carrillo, una estudiante de 12 años fue agredida con una faja por un compañero de su misma edad. En el 2012, una alumna de sétimo año de un centro educativo en Santa Cruz, recibió agresiones verbales físicas y hasta sexuales; de igual forma en el 2014 otra estudiante en Nicoya sufrió de agresión física; solo por mencionar algunos ejemplos.
Según Ingrid Naranjo Psicóloga de Territorio Psicológico, el bullying es un fenómeno de violencia que ocurre en los centros de estudios, y es uno de las más fuertes y perversos en donde los traumas ocasionados son realmente importantes.
“Ya no es solo agresión verbal y física, sino que por medio de la tecnología se realizan conductas más especializadas como el cyber bullying, con el que a toda hora se acosa, se hacen burlas y se lastima a las víctimas por medio de los medios electrónicos, ya no solo en el espacio lectivo, sino también fuera de él, es decir, que no hay descanso”, comentó la psicóloga Naranjo.
¡Preste atención a los signos!
Identifique si su hijo o conocido está siendo víctima de acoso o bien si es uno de los promotores del bullying. “Quienes están cerca son quienes más los conocen y deben estar atentos a pequeños cambios, además de dejar el miedo a preguntar y no callar ante estas situaciones; esa la clave para terminar esta situación”, agregó Naranjo.
- Preguntar qué está pasando si hay aislamiento, desórdenes alimenticios, falta de ganas de asistir al centro educativo y pérdida de amistades.
- Ver el lado del victimario y tener control de sus actitudes, poner límites y velar por los espacios seguros.
- Estar más presente en los temas virtuales. Cuestionar cuáles redes se utilizan y cuáles son los escenarios virtuales en los que están inmersos los estudiantes.
- Terminar con el pacto de silencio y denunciar como adulto, como niño, estudiante y como centro educativo.