- Según la OPS, de los 1.415 patógenos humanos conocidos en el mundo, 61% son zoonóticos.
- Las zoonosis pueden transmitirse a través de diferentes vías: por contacto directo, ingesta de alimentos contaminados y por la exposición a vectores como las garrapatas.
La estrecha interacción entre los seres vivos, así como el aumento de la actividad comercial y la movilización de personas, animales, además de sus productos derivados, han propiciado una mayor propagación de las enfermedades zoonóticas, las cuales se transmiten de animales a humanos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que, de los 1,415 patógenos humanos conocidos en el mundo, 61% son zoonóticos.
Las zoonosis pueden transmitirse a través de diferentes vías: por contacto directo (rabia), ingesta de alimentos contaminados (provocando enfermedades como salmonelosis o brucelosis), además de la exposición a vectores como garrapatas (causando afecciones como leishmaniasis o enfermedad de Lyme).
"Las enfermedades zoonóticas no solo afectan a quienes tienen contacto directo con animales; todos somos propensos a padecerlas. La prevención y el control de estas enfermedades requieren un enfoque integral y una colaboración activa entre todos los sectores de la sociedad. Cuidar la salud de los animales a través de un correcto diagnóstico, control, prevención y tratamiento de las posibles enfermedades que les perjudican, nos da una gran ventaja para ayudar a productores y responsables de animales de compañía”, mencionó Gustavo Moraes, Director General de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador (CENCA EC).
Frente a este panorama, MSD Animal Health da a conocer las enfermedades más comunes que pueden ser transmitidas de animales a humanos:
Brucelosis: También conocida como Fiebre de Malta o Fiebre del Mediterráneo, se transmite en forma directa por la ingesta de leche y consumo de derivados lácteos no pasteurizados, o bien, en forma indirecta por el contacto con productos, subproductos y desechos orgánicos. En los humanos puede provocar escalofríos, dolor de cabeza, fiebre continua de 40ºC o más, crisis sudorosas, entre otros síntomas.
Leptospirosis: Es una de las más comunes entre los animales domésticos. Regularmente se presenta durante todo el año, pero con mayor frecuencia en la temporada de lluvias. Las personas contagiadas pueden presentar signos como fiebre, cefalea, dolores musculares como articulares, tos, derrame y hemorragia conjuntival, náuseas, vómito, entre otros síntomas. Para prevenirla es primordial vacunar a las mascotas con tratamientos innovadores que los protejan de la enfermedad.
Rabia: La rabia se transmite a las personas principalmente por la saliva de animales infectados, a través de una mordedura, rasguño o una lamedura sobre mucosa o piel. Esta enfermedad se posiciona como una de las más graves y, a pesar de que han pasado más de 100 años del descubrimiento de la vacuna, continúa siendo de gran relevancia por lo contagiosa y mortal que llega a ser. MSD Animal Health ha colaborado de forma mundial con la donación de 5 millones de vacunas antirrábicas, con el objetivo de llegar a cero casos de rabia transmitida por perros a seres humanos para el 2030.
“La prevención es primordial, el uso de la tecnología y uso de tratamientos innovadores en el cuidado de los animales, sobre todo aquellos destinados a la producción de alimentos, ayuda a la prevención y detección temprana de problemas de salud, lo que permite al sector actuar a tiempo”, agregó Gustavo Moraes, Director General de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador (CENCA EC).
MSD Animal Health comparte algunas recomendaciones para evitar las enfermedades zoonóticas:
- Prevención: Ésta es una de las medidas más efectivas. Tanto para mascotas como para animales de producción es primordial cumplir con los calendarios de vacunación, de la mano del Médico Veterinario. Asimismo, es fundamental aplicar tratamientos de desparasitación interna y externa de alta calidad. Para los animales de compañía existen tratamientos innovadores, con duración de hasta 12 semanas, los cuales evitarán infestaciones por pulgas, garrapatas y otros ectoparásitos.
- Seguridad alimentaria: Al comprar proteína de origen animal es importante asegurarse de que sea fresca, de calidad y haya sido manipulada correctamente. Los alimentos deben cocinarse a temperaturas adecuadas y evitar el consumo de carnes crudas o mal cocidas, así como también productos lácteos no pasteurizados.
- Educación y concientización: Es fundamental informarse sobre los riesgos asociados con ciertos seres vivos o entornos, así como aprender sobre las medidas preventivas, ello te permitirá tomar decisiones apropiadas y adoptar prácticas saludables que protejan tu salud, la de tus mascotas y de los animales de producción.