- Sobeida Gómez, es la presidenta de la Asociación Artesanal de Rosquillas y afines de San Joaquín de Nicoya. Pero antes de eso, es una mujer, jefa de hogar, amiga, vecina, rosquillera y sobre todo una luchadora incansable, que representa con su trabajo, el sueño de muchas más mujeres que, así como ella, quieren salir adelante mediante el negocio de las rosquillas.
Por Silleny Sanabria Soto
¿Quién es doña Sobeida Gómez Medina?
Soy nativa de San Joaquín de Nicoya, soy una mujer soltera, jefa de hogar junto con mi mamá. Mi vida no es solo mía, sino que está en las manos de Dios y mi mamá que es mi mano derecha, pero todo lo que sé y todo lo que hago en gran parte ha sido por mi mamá Santos Odelia Medina; en lo personal y en el trabajo vamos de la mano las dos.
¿Cómo inicio en el negocio de las rosquillas?
Estoy en esto desde hace más de 25 años. Es un trabajo de generaciones, comenzó con mi abuelita Teodora Vásquez, luego con mi mamá y ya yo soy la tercera generación. Ellas nos enseñaron a mis hermanas y a mí sobre el negocio. Hubo un tiempo en el que comenzamos a hacer cambios en la venta de las rosquillas y aquí entré yo a mejorar el emprendimiento.
¿Durante cuántos años vendió en la orilla de la calle del Tempisque?
Yo vendía en el Ferry, y pasé ahí mi juventud en el Ferry. Cuando se cerró el Ferry para hacer el puente, teníamos que buscar dónde colocar los productos, entonces ahí se nos unió mi hermana. Para ese momento éramos 3 mujeres en el emprendimiento, ella se dedicó a la venta y mi mamá y yo a hacer las rosquillas. Nos ubicamos en el Cruce de Pueblo Viejo, y comenzó a haber una buena salida del producto y la gente compraba más, y así comenzamos a producir, a vender y a entregar.
¿De qué forma le ha ayudado el dedicarse a este negocio?
En lo personal uno adquiere mucha madurez, fortaleza, responsabilidad y compromiso para sacar a la familia y al hogar adelante, pero también aprende a ser fuerte no tanto físicamente sino emocionalmente como mujer, porque se aprende a hacer de todo. Cuando uno ve que la solvencia económica del hogar depende de esto, entonces uno le pone amor al trabajo y más ganas. Siempre ponemos todo en manos de Dios, es lo primero que hacemos.
¿Cuál ha sido uno de los momentos más duros en su negocio?
No hay cosas malas sino difíciles. Para mejorar hay que hacer cambios que a veces son duros, pero es para algo mejor. Ahorita con la pandemia ha sido uno de los momentos más duros, pero soy una mujer que cree mucho en Dios y que busca fortalecerse espiritualmente de primero, y con esta pandemia muchos obtuvimos la fortaleza necesaria para poder seguir.
¿Qué la incentivó a apoyar a las demás mujeres?
Siempre he trabajado donde hay bastantes mujeres desde que íbamos a vender al Ferry, con mi abuelita, mi mamá, vecinas, etc. Luego llegamos a cierto punto en el que nos dimos cuenta de que éramos muchas mujeres, entonces nos organizamos y dijimos “tenemos que hacer algo”, y comenzamos a buscar asesoría y apoyo como un grupo de mujeres y je- fas de hogar, y decidimos ser tolerantes y escucharnos porque todas teníamos algo que aportar.
¿Cuándo nació la Asociación Artesanal de Rosquillas y afines de San Joaquín?
Hace 5 años comenzamos como asociación y me han elegido como presidenta de nuevo, siento que Dios quien me ha guiado y me ha dado el don de entender a cada una. Hasta el momento hay 20 asociadas, pero indirectamente trabajan más mujeres, hombres y personas adultas mayores.
¿Qué significó tener un local por parte del INDER para establecer el negocio?
Fue una alegría inmensa porque es algo por lo que luchamos por tanto tiempo… con solo saber lo que es trabajar debajo del sol, debajo de la lluvia, y muchas veces en persecución por no tener los permisos respectivos, es una gran alegría. Nosotras propusimos el proyecto y para la Gloria de Dios se dio. Es un gran reto que beneficiará a las generaciones que se están levantando.
¿Qué les dice a las mujeres para que sigan adelante?
Que nunca dejen de creer en Dios, en lo que ellas creen, en lo que ellas quieren, lo que sea siempre bueno para ellas mismas y para su familia y su hogar, lo que las haga crecer y ser felices, que luchen por eso porque todo lo que les haga bien es bueno, ese es mi decir.