Ingresos fiscales disminuyeron el año anterior, sin embargo, superávit primario se mantiene.
Luego de que el país creciera hasta un 5% en su economía durante el 2023, la perspectiva para este año es que dicho indicador aumentaría de manera más moderada hasta un 3,8%, de acuerdo con la previsión que hace el Centro internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) en su Programa Macroeconómico del primer trimestre de 2024.
Factores internos y externos, que tienen vinculación con la economía costarricense, propiciarían la desaceleración de ese crecimiento. “Desde el Cinpe estamos proyectando un escenario de crecimiento modesto para nuestra economía, que va a requerir una gestión cuidadosa de la política monetaria y económica, para mantener la estabilidad a más largo plazo”, consideró Marco Otoya, economista e investigador del Cinpe durante la presentación del informe.
A nivel interno destaca el hecho de una pérdida considerable de la inversión privada, que se manifiesta principalmente en el ámbito de la construcción. El aporte del PIB de este sector llegó a representar hasta un 40% en setiembre de 2023, y cayó estrepitosamente a casi 0% al finalizar el año anterior.
Mientras esto ocurre, a escala internacional los principales socios comerciales de Costa Rica, como Estados Unidos y China, muestran un menor dinamismo en sus economías, de acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional. Para el caso de la potencia norteamericana, su economía pasaría de un 2,5%, al cierre del 2023, a un 2% al término de este año.
Tipo de cambio
Uno de los indicadores que más debate público ha generado en el país es el tipo de cambio y la apreciación que ha mantenido el colón con respecto al dólar, que se ha intensificado en los primeros meses de este año.
Al cierre del primer trimestre de 2024, la depreciación cambiaria fue de un 3,7% y la interanual se ubicó en un 7,3%. El promedio del tipo de cambio en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) es de 503,85 colones en el periodo de enero, febrero y marzo de este año.
El exceso de dólares en la economía costarricense es producto de un aumento en la inversión extranjera Directa (IED), la recuperación sostenida del sector turismo y el crecimiento de las exportaciones en los servicios empresariales, que al 2023 registró ingresos de divisas superiores a los 14 mil millones de dólares.
De hecho, la IED alcanzó en el 2023 la cifra récord de 4.346 millones de dólares, lo que implicó un incremento de hasta un 18% con respecto al 2022.
Del lado de la demanda, ocurre el efecto contrario: el Sector Público No Bancario (SPNB) ha reducido su apetito por dólares, que al cuarto trimestre de 2023 fue de 800 mil millones de dólares.
Por un lado, influye el hecho de que ha mermado la necesidad de financiamiento del SPNB, debido a la emisión de los eurobonos (5.000 millones de dólares en un plazo de tres años) y, por otro lado, la factura petrolera que paga el país por la importación de hidrocarburos, la cual ha mostrado una tendencia hacia la baja. El precio por barril del West Texas Intermediate (WTI) se ubicó por debajo del umbral de los 80 dólares en febrero anterior. A modo de referencia, apenas hace un año el precio del barril de crudo rondaba los $100.
Además, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha intervenido en el mercado cambiario comprando dólares para fortalecer sus reservas monetarias internacionales. Estas pasaron de 8.000 millones de dólares, en el 2022, a 13.500 millones de dólares al cierre del 2023.
En medio de una coyuntura de exceso de oferta y baja demanda del dólar, el tipo de cambio tiende a caer. “La revaluación del colón afecta principalmente a trabajadores independientes generadores de dólares y que dependen del sector turismo, como tour operadores, pequeños hoteles y centros de hospedaje y restaurantes. También, aquellas pequeñas y medianas empresas exportadoras que no compiten por volumen”, manifestó Emmanuel Agüero, economista del Cinpe.
Tasas de interés
Actualmente la Tasa de Política Monetaria (TPM) se ubica en 5,25%, tras descensos paulatinos que ha aplicado el Banco Central, luego de que el indicador se ubicara en un 9% en marzo de 2023, en tiempos de inflación de más de dos dígitos.
Aunque desde diversos sectores económicos e instituciones se ha manifestado una presión para que el BCCR baje aún más las tasas de interés y se genere un efecto sobre el tipo de cambio, desde el Cinpe no se vislumbra ningún ajuste de política monetaria por un objetivo cambiario por parte del ente emisor.
“Se espera que la Tasa de Política Monetaria se mantenga estable en un nivel que permita equilibrar los objetivos de crecimiento económico con la de la estabilidad en los precios”, manifestó Otoya.
Materia fiscal
Finalmente, el análisis abarcó el escenario fiscal del país, a partir de los ingresos y los gastos reportados. Al respecto, se estableció que al cierre del 2023 los ingresos fiscales en proporción al PIB fueron de un 15,3%, menor al 16,4% que se resistró en el 2022.
De ese total, un 13,6% correspondió a ingresos tributarios vía impuestos, mientras que en una menor proporción se ubicaron las contribuciones sociales y las donaciones.
Por el lado de los egresos, este rubro sí obtuvo una leve reducción al representar el 18,4% del PIB, mientras que ese porcentaje se ubicó en un 18,9% en el 2022, lo cual refleja una disminución en remuneraciones, transferencias corrientes y gastos de capital.
Este panorama fiscal le permitió al país cerrar con un balance primario (excluyendo el pago de intereses de deuda) superavitario de un 1,6%, idéntico al reportado un año atrás.