- Paralelamente, 5.000 mujeres “Puente” son capacitadas en procesos formativos en conjunto con INAMU.
Antes de terminar el 2020, la Estrategia Nacional de Reducción de la Pobreza Puente al Desarrollo (EPD), incorporó 19.000vnuevas familias al proceso de atención integral.
De ellas, el 100% ya están iniciando el diseño su plan familiar, instrumento que guía el trabajo de las instituciones del Estado a partir de las aspiraciones y metas de los participantes a lo largo de, aproximadamente, dos años de trabajo conjunto.
Las familias incorporadas a la EPD este año habitan en la Chorotega (1.974)
“Al finalizar este 2020, y como una de las principales medidas de reducir la pobreza que afecta a un 26.2% de los hogares del país, hemos asumido la tarea de identificar a 19.000 nuevas familias que permanecerán por dos años en el programa”, declaró el ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social y Presidente Ejecutivo del IMAS, Juan Luis Bermúdez.
Agregó que “el modelo de atención integral de Puente al Desarrollo ha cambiado la forma en cómo el Estado costarricense trasciende de la asistencia y la protección social a una movilidad social articulada con la generación de capacidades, el seguimiento cercano a las familias, y su participación activa en el mejoramiento de su calidad de vida”.
Paralelamente, más de 5.000 mujeres de todo el país reciben el programa de Formación Humana del IMAS-INAMU de manera virtual, el cual consiste en un proceso de aprendizaje integral sobre temas relacionados a violencia, género, derechos humanos, autoestima y proyectos de vida.
Modelo de cogestión social.
A pesar de las dificultades y retos que presenta la emergencia provocada por la COVID–19, las personas cogestoras sociales han sido la clave en este proceso. Encargadas de contactar y dar seguimiento a las familias, ellas continúan con la atención e identificación de los casos, utilizando medios virtuales y tradicionales, para incorporarlas al programa, crear en conjunto el plan familiar a la medida y dar seguimiento al progreso paulatino que van adquiriendo.
Estas familias cuentan los beneficios para la atención de necesidades básicas por parte del IMAS, y a partir de las transferencias monetarias condicionadas en materia educativa y procesos de capacitación se les prepara para su incorporación al mercado laboral y el desarrollo de sus emprendimientos.