Abangares
Margarita Segura nació y creció en Las Juntas de Abangares. Allí descubrió su amor por la docencia y decidió seguir su sueño desde muy temprano. Después de acabar la secundaria en su pueblo natal decidió mudarse a Heredia para estudiar en la Escuela Normal, graduándose en la última generación de esta casa de estudios que tantos buenos maestros formó para servir en todos los rincones del país.
Su primera experiencia docente fue en la escuela de Colorado, algo que la alegró pues siempre pensó regresar a su tierra cuando se graduara de maestra. Luego pudo trabajar en la altura abangareña, en Arizona y al cuarto año de servicio la nombraron en la escuela de Las Juntas, hoy conocida como Escuela Delia Oviedo.
“Para mí ser docente fue algo grandioso, principalmente por la confianza que uno logra inspirar en los niños pero también por la libertad con la que pude trabajar dentro y fuera del aula, por la buena comunicación entre las familias y nosotras las educadoras, pero sobre todo la confianza y el amor que ellos sienten por las personas que les ayudan a aprender. Siempre hice mi trabajo con amor, con mucho amor” recuerda doña Margarita.
Durante toda su carrera docente tuvo a cargo grupos de primero y segundo grado, lo que la convirtió en una experta de la alfabetización y la lectoescritura. Hoy día, a sus 67 años, sigue alfabetizando pues ayuda a una señora de 50 años para que aprenda a leer y escribir.
La niña Margarita –como la llaman muchos abangareños- se jubiló en el año 1999 trabajando en Colorado, la misma comunidad donde comenzó su carrera docente. Y desde su jubilación no se ha detenido un minuto pues tenía muy claro que su vocación de servicio encontraría nuevos aires en otras luchas de la educación social. “Cuando me jubilé comencé a trabajar en la comisión intersectorial de cantones saludables, acá en Las Juntas. No teníamos un espacio para reunirnos y en la Asociación de desarrollo nos abrieron las puertas. Así fue como entré acá y desde entonces no me he ido”.
Doña Margarita encontró en esta nueva etapa una oportunidad para formarse como gestora cultural gracias al apoyo del Ministerio de Cultura. “Siempre estamos apoyando la escuela de música, impulsándola, pero también el grupo de baile, las peñas y muchas otras cosas que pudimos hacer gracias a las becas taller. La primera la ganamos en 2004 para financiar un proyecto de cerámica.”
Asegura que en la Asociación de Desarrollo de Las Juntas la cultura siempre ha sido un tema prioritario y para ella un gran honor el que se lo hayan delegado. “Trabajamos para impulsar la cultura en todas sus manifestaciones, pero no solo en Las Juntas sino en todo el cantón de Abangares. Hemos hecho muchas capacitaciones en las instalaciones de ADILJA para mejorar la gestión cultural en todo el cantón y apoyar otras comunidades”.
Luego, concluyo: “Yo aposté por la cultura y por el movimiento comunal -que es parte de nuestra identidad local- para democratizar el acceso a los derechos culturales de todas y todos en Abangares”.