Aunque históricamente, Guanacaste se caracterizó por ser una de las regiones más pobres y desiguales del país, hoy se perfila como una provincia más urbana y educada, que aspira a mayor empleo e inversión. El cambio de su estructura productiva muy ligada al sector agropecuario hacia una orientada a servicios, impulsó la necesidad de contar con fuerza de trabajo con nuevas habilidades técnicas y blandas.
Actualmente, un 95% de los niños y adolescentes asisten a la educación formal. La escolaridad promedio es de 8,8 años, mientras que un 49% de las personas entre 25 y 39 años completó la secundaria, según el último Informe del Estado de la Educación.
Dichas cifras ubican a la Región Chorotega como la segunda con el mejor perfil educativo, superada solo por la región Central. A pesar de ello, solo un 15% de su fuerza de trabajo tiene título universitario, por lo que es predominantemente de media y baja calificación.
La educación dual ha contribuido en buena medida a reforzar la formación a través de capacitaciones en las empresas. Asimismo, la regionalización de la educación superior disminuyó la brecha bilingüe y el analfabetismo, así como un mayor enfoque hacia las competencias técnicas y las habilidades blandas para el fortalecimiento de las capacidades para el emprendimiento.
Sin embargo, el sistema educativo aún está en deuda con la niñez y la juventud Chorotega, en áreas como infraestructura, acceso a nuevas tecnologías y desarrollo de habilidades en razonamiento lógico.
A nivel nacional, el sistema educativo costarricense sufre de inercia. Los datos hablan por sí solos: la matrícula de preescolar sigue estando lejos de alcanzar a la totalidad de la población; el 93% de las escuelas del país no cuenta con currículo de primaria completo y al 74% de los maestros de esta modalidad educativa no les gusta ni leer, ni fomentar el hábito de la lectura en los menores.
En secundaria, el 8% de la población que debería asistir al tercer ciclo, se encuentra fuera del sistema y un 23% de quienes deberían estar cursando la educación diversificada, se encuentra fuera de las aulas; a ello se suma que la cobertura universitaria no creció en los últimos 10 años y que el 60% de los programas de estudios lleva una década sin actualizarse.
Por su parte, el MEP promete iniciar un proceso de transformación curricular, para ello renovará 12 planes de estudio en educación técnica. Incorporará el inglés para el desarrollo de las habilidades comunicativas en cada especialidad técnica; las Tecnologías de Información y el uso de digitales para la gestión y el análisis de la información, la transmisión, protección e integridad de los datos.