- Como bien sabemos el pesebre representa el nacimiento del niño Jesús, en el portal de Belén, sin embargo conozcamos más de su historia.
El término pesebre proviene del latín ‘praesēpe’ y su significado original (y que también se utiliza hoy en día en el mundo de la ganadería) es el de ‘recipiente o cajón destinado a la comida de los animales’ (ganado).
Según las Sagradas Escrituras, el portal de Belén donde nació Jesús era un establo en donde había un buey y una mula. La Virgen María, tras dar a luz al Mesías, depositó a éste en el comedero de los animales (pesebre) habilitándolo como cuna del bebé.
Muchos fueron los artistas que representaron a través de sus obras pictóricas y esculturas la estampa del momento y lugar en el que nació el niño Jesús; pero tal y como lo conocemos actualmente, con exposición de figuras que se realiza de cara a la Navidad para simbolizar el nacimiento muchas son las fuentes que señalan que se lo debemos a Giovanni di Pietro (más conocido posteriormente como San Francisco de Asís) quien en el año 1223 decidió realizar una recreación del Misterio del Nacimiento (por personas y animales reales) en una cueva cercana a la localidad de Greccio (en el centro de Italia). Eso sí, antes de llevarlo a cabo decidió pedir autorización a la Santa Sede, recibiendo el permiso del papa Honorio III.
Desde entonces, los monjes de la orden franciscana creada por Giovanni di Pietro lo convirtieron en una tradición navideña realizando la representación anualmente; pero el de San Francisco de Asís debemos considerarlo como el origen del “pesebre viviente”, debido a que existen documentos y constancia de que un par de siglo antes (concretamente en el año 1021) se realizó una representación del Nacimiento con figuras inanimadas (arcilla o terracota) en la iglesia de Santa María de Nápoles y que fue en esta población italiana donde realmente nació la tradición pesebrista. De hecho, el nombre común de los belenes montados con figuras es conocido mundialmente como “pesebre napolitano” (‘presepe napoletano‘) y puede decirse que alcanzó su mayor difusión entre las familias y creyentes de Nápoles, en el siglo XV, a través del religioso italiano Cayetano de Thiene (San Cayetano), quien trasladó la tradición desde las iglesias hasta los hogares, poniendo de moda montar un pesebre en las casas particulares.
A España llegó la costumbre de montar ese tipo de belenes durante el Renacimiento pero cuando realmente se popularizó fue hacia la segunda mitad del siglo XVIII, debido a que esta costumbre fue exportada desde Italia por el rey Carlos III de España (anteriormente nombrado también rey de Nápoles) y desde aquí se difundió por todas las colonias y posesiones de la Corona Española (América, Filipinas, islas en el Pacífico…) haciéndose inmensamente popular el montar un pesebre navideño coincidiendo con estas fechas.