Cuando fallecía el primer gobernador o conquistador, el Rey recobraba el cargo y nombraba a un funcionario para ejercer la gobernación por un periodo de tres u ochos años.
El gobernador era la máxima autoridad administrativa y judicial de una región, su cargo incluía también el control militar de la provincia, aunque esta función la desempeñaba a veces la Capitanía General, cargo que desempeñaban militares profesionales.
En la época colonial, el gobernador realizaba funciones administrativas, legislativas y judiciales, ayudado por un teniente de gobernador y por un asesor instruido en caso de que no supiera de leyes. Ambos cargos solían ser nombrados por el propio Gobernador.
Generalmente el Gobernador recibía también el cargo de Capitán General, que además tomaba el mando militar.
Fuente: hispanoteca.eu