Por: Lic. Miguel Fajardo
Prólogo de Alberto Baeza Flores. San José: Editorial Costa Rica, 1981: 140 páginas.
Publicado en la Colección Libros de poesía Número 7. Dividido en cinco partes. Portada de Osvaldo Salas. Edición de 3000 ejemplares. Fue presentado editorialmente por el distinguido escritor y académico costarricense, Isaac Felipe Azofeifa (1909-1997).
Dedicado “A Guanacaste, nuestro poema inédito que debe integrarse literariamente a Costa Rica. Al Centro Literario de Guanacaste. A mi padre ciego”.
Libro de estreno. Con él, sumo mi obra a la literatura costarricense. Dicho poemario es una ruptura con lo escrito en la provincia de Guanacaste, en relación con sus modos y tonos de síntesis y abordajes expresivos.
El texto presenta una imagen de la realidad. Su clima poético es la relación del nosotros con el yo, nacido de una exploración intensa, de una urgente búsqueda del ser plural.
Contiene el prólogo “La búsqueda en la poesía de Miguel Fajardo”, del prestigioso escritor chileno, Alberto Baeza Flores (1914-1998), quien aduce:
“Miguel es un hombre libre en un tiempo de fáciles esclavitudes, en un siglo que ha conocido todas las aberraciones y miserias del pensamiento humano, todos los laberintos mentales contra el ser acorralado, y débil. Es un espíritu de fe en un escenario de descreídos con máscaras de cínicos. Es un poeta cuya religión es el respeto por el decoro humano. Y como Miguel Fajardo ha sufrido lo que un ser así puede padecer en esta vida, en este mundo, su poesía se ha ido filtrando palabra a palabra, casi sílaba a sílaba, y se ha empeñado en buscar una palabra, un adjetivo y ha querido sustantivar la vida” (ABF, p. 13).
Quietud extraña
Mi presencia está
Aquí,
Pero mi pensamiento
Vuela lejos, en
-la noche-
Casi a las doce,
Hacia el silencio.
Saberme
Saberme, en el destino final
que es el poema
es un camino
tras el que vivo.
saberme, tras la búsqueda
de la palabra tuya,
Me satisface.