La recién concluida Feria Internacional del Libro Costa Rica 2018 (FILCR2018), contó con la participación de diversos escritores internacionales, algunos de los cuales, brindaron sus valoraciones en torno a la forma en que, según sus experiencias, se debe fomentar la práctica de la lectura entre los niños, niñas y jóvenes; especialmente considerando la era digital en la que se desenvuelven hoy día
El escritor mexicano, Jorge Volpi, expresó que su pasión por la letras inició desde los 12 años de edad, ya que su padre había sido toda su vida un asiduo lector, por lo que siempre le recomendaba lecturas.
El argentino Hernán Casciari, explicó que su padre, contador de profesión, le enseñó a leer y escribir desde muy pequeño. “Aprendí primero a escribir a máquina, antes que en manuscrita, y empecé a escribir cuentos muy pequeñitos, historias, pequeñas poesías… cualquier cosa”, afirmó el escritor.
En el caso de la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán, su acercamiento principal con la lectura se dio en su adolescencia, mediante su abuelo paterno, un poeta reconocido del Ecuador, cuya biblioteca estuvo a disposición de Alemán cuando este enfrentó problemas de salud que lo obligaron a vivir con la familia de Alemán, por lo que se llevó su biblioteca con él.
Estos escritores coinciden en que la era digital, y más puntualmente, el libro electrónico, más que un “enemigo” del libro físico, es una alternativa para fomentar la lectura desde plataformas diversas. “Me parece muy bien, pues da la oportunidad a otras formas de lectura, simplemente hay que tratar de enseñar a los niños para que el libro físico no les parezca algo extraño ni aburrido, sino que lo puedan estar combinando naturalmente con el mundo digital”, explicó Volpi.
Por su parte, Casciari fue contundente al expresar: “Vos le dejás a un chico un libro o le dejás una tableta electrónica, y si en ningún caso, después de la lectura o del visionado, te ponés a charlar con el chico acerca de lo que acaba de leer, ninguna de las dos sirve. Mis hijas, tanto la chiquita como con la grande, ven libros, tabletas, televisión y series; el tema es que después de verlo, charlemos acerca de eso”.
Gabriela Alemán, expresó que “no existe una cultura de libros digitales en América Latina; la gente volvió al libro convencional”. Sin embargo, afirmó que la era digital ha facilitado la circulación de literatura latinoamericana digital, lo que facilita encontrar más obras de nuevos escritores, “por lo cual nos conocemos mucho más”.
¿Cómo motivar a niños, niñas y jóvenes a leer más?
Volpi inició indicando que la lectura no puede volverse algo tedioso. “Hay que enseñarles a encontrar historias, que pueden estar en el papel, en redes sociales, en las páginas de internet o en los juegos electrónicos, es decir, lo importante son las historias, para que no vean la literatura como algo lejano y aburrido”, externó el mexicano.
“Lo importante es mostrarle a los niños una historia que puede ser divertida, entretenida, tanto en un libro como en la televisión o en el mundo digital y no hacerles ver que leer es un castigo; por ejemplo, que si no lees no puedes salir a jugar o ver televisión; al contrario, hay que buscar la forma de ligar una cosa con la otra”, concluyó Volpi.
Casciari reafirmó que no hay que tenerle miedo a los formatos. “Jamás le he tenido miedo a que mi hija esté viendo televisión una hora, pero después: ¡Vení para acá! ¿Cuál fue la trama principal? ¿Y la segunda trama? ¿En qué momento se da cuenta el protagonista que…? Eso lo podés hacer con Moby-Dick en libro o con cualquier película. Es un tema de que a todo el mundo nos resulte divertidísimo que nos puedan contar una historia y después destripar la historia; no tiene tanto con leer o ver, con tabletas o celulares”.
“Después de que el chico esté media hora con una historia, enriquezcamos esa historia. Si esa historia la leyó o la vio, da igual. A mí, cuando mi hija me cuenta algo sobre alguna historia, nunca le pregunto ¿lo leíste o lo viste?, como si eso fuera mejor o peor”, afirmó el argentino.
Por último, la escritora Gabriela Alemán es clara al afirmar que en temas de fomento a la lectura, no se puede obligar a nadie a leer. “Cuando llega un profesor y te dice: ‘Te tienes que leer esto’, lo vas a odiar y otra cosa es pensar qué libros das a qué edades; no puedes dar El Quijote a jóvenes de 12 años de edad, porque lo van a odiar, por el tamaño, por la lengua, etc. Pero ese mismo libro, después de haber leído otras cosas, de entender un poco más del mundo, al leerlo a los 18 años de edad, lo vas a amar”, explicó la ecuatoriana.
Para cerrar, Alemán comentó una anécdota sobre un método de fomento a la lectura que experimentó en Colombia: “Conocí a una mujer maravillosa en Medellín; una profesora apasionada. Ella lo que hacía era que llegaba al aula y comenzaba un libro. Leía las primeras 15 páginas con emoción y todos se quedaban atraídos por la lectura y de pronto, cerraba el libro. Había varias copias más de ese mismo libro en la biblioteca del colegio, por lo que todos salían a conseguir rápido su copia para conocer qué pasó en aquella historia”.
Considerando las valoraciones de estos escritores, podría deducirse que la era digital viene acompañada de una serie de plataformas que enriquecen y potencian el acercamiento con la literatura. Puede ser desde la temprana edad, desde la adolescencia o incluso en la etapa adulta, un libro siempre puede ser de gran ayuda en el desarrollo de los individuos.
“La gente que no lee se pierde una maravilla, que es poder navegar épocas, recorrer países, vivir en el cuerpo de un anciano, en el de un niño; si eres hombre, vivir en el cuerpo de una mujer; si eres mujer, vivir en el cuerpo de un hombre. Todas esas lecturas te enriquecen como ser humano, te hacen entender al otro, que creo que si algo falta en este mundo, en este momento, es entender al otro”, Gabriela Alemán.