El uso de madera producida localmente genera beneficios para la conservación de los bosques, el aumento de la cobertura forestal, la mitigación de los efectos negativos del cambio climático y el desarrollo rural, entre otros. Esto nos propone un gran reto como sociedad: ser congruentes entre el discurso ambiental que nos caracteriza y las acciones individuales que emprendemos en pro del ambiente. De momento, mantenemos una gran deuda con el ambiente, yaque solo refiriéndonos a la construcción, utilizamos cada vez más variedad de materiales contaminantes como el plástico, acero, aluminio, cemento en lugar de madera.
En vista de lo anterior, la Oficina Nacional Forestal (ONF) realizó un estudio que le permitió recabar la percepción de la población económicamente activa sobre el consumo de madera nacional. Entre el 28 de mayo y el 8 de junio del 2018, la empresa Demoscopia realizó una encuesta telefónica a una muestra compuesta por 805 jefes de familia (hombres y mujeres), se estratificó por Gran Área Metropolitana y el resto del país, con un error igual que ±3,45 y un nivel de confianza del 95%. Dentro de los principales resultados del estudio destacamos los siguientes:
Aunque un 46% de los encuestados opina que el uso de productos de madera es positivo para el medio ambiente, un preocupante 35% lo considera negativo y un 15,5% no expresa opinión al respecto. El 41,4% de los que lo considera perjudicial, está preocupado por la deforestación, el 17,8% lo considera beneficioso porque la madera contamina menos que otros materiales como acero, plástico, gypsum, aluminio o concreto y el 11,4% considera que la madera absorbe el dióxido de carbono y reduce el efecto negativo del cambio climático.
La preocupación por la deforestación es más aguda en la población de los grupos de edad más jóvenes y decrece con la edad. Por su parte, los entrevistados presentan una tendencia inversa cuando opinan que la madera es positiva para el ambiente, que aumenta con la edad concentrándose en el segmento de 36 a 65 años.
Un 56,1% de los entrevistados desconoce que la madera ayuda a disminuir la huella de carbono. En la medida en que el público conozca sobre los beneficios que ofrece la madera y como ésta mejora nuestra calidad de vida, así variará el consumo de este material.
El nivel de desconocimiento acerca de que en CR existe una ley que regula el aprovechamiento maderable y promueve el manejo de los bosques y la reforestación es igualmente alto, alcanzando el 56,1%.
Se requiere de una participación multisectorial para revertir las opiniones negativas que relacionan el uso de la madera con la deforestación. Cuando en realidad en el país se reforesta y conserva el bosque al mismo tiempo que se produce madera.
La campaña “Madera de Costa Rica, Nos hace bien” se ha desarrollado en respuesta a los hallazgos del presente estudio y sirve como un instrumento para conectar al público con la madera nacional y sus beneficios y al mismo tiempo funciona como punto de enlace para quienes optan por adquirir productos maderables y quienes los ofertan en el país. Puede ampliar el detalle ingresando a www.maderacostarica.cr
¿Usos y razones que motivan a utilizar la madera, según la encuesta?
Un contundente 80,55% de los encuestados, afirma utilizar productos fabricados con madera, este porcentaje no sufre cambios importantes en relación a las poblaciones dentro y fuera del GAM.
Las razones que los motivan a utilizar productos de madera son primariamente la estética (40,6%) y en segundo lugar la resistencia (23%). Esta tendencia no varía ni por edad, ni por ingreso, ni por escolaridad.
Entre las razones por las que no utilizan productos de madera se destacan la preferencia por otros materiales (19,6%), alto precio (16,3%) y por no afectar negativamente el medio ambiente (11,4%).
De los que contestaron que no utilizan productos de madera, un razonable 55,4% estaría dispuesto a utilizar productos elaborados en madera, lo que representa una oportunidad importante de mercado.
La predilección de compra de objetos fabricados de madera se centra en los muebles de cocina, comedor, sala; siendo los de dormitorio los que presentan porcentajes más altos (85,5%), fuera de los muebles, las puertas son el objeto que posee puntuaciones más altas con un 86,3%. Las frecuencias de compra se concentran con porcentajes muy altos en la categoría de “hace más de 5 años” lo que nos habla de una frecuencia de compra y sustitución de los bienes relativamente baja. Siendo las artesanías de madera los bienes con mayor frecuencia de compra en el último año (41,6%).
Entre los productos elaborados con madera las cerchas, estructuras para techos, paredes y puertas muestran una ligera ventaja en las regiones fuera del GAM. Los pisos parecen presentar una ligera preferencia para las personas del GAM. Las frecuencias de compra no presentan diferencias significativas cuando se compara la GAM con el resto del país. Los grupos de edad y los niveles de ingreso no parecen afectar las tendencias generales de decisión de compra por categoría, ni la frecuencia de compra de forma significativa.
Existe una muy marcada preferencia por las maderas nacionales (84%) sobre la madera importada y esta tendencia no se modifica por niveles de ingreso.