- Mensajes positivos que generan confianza para la inversión en todas las escalas es el principal acierto del presidente Chaves.
Como 100 días cargados de buenas señales y un claro liderazgo que define el rumbo país hacia la facilitación de la actividad empresarial, como factor clave para la recuperación de la economía y del empleo. De esta manera califican los empresarios de la industria alimentaria el inicio de la administración Chaves Robles, que desde el día uno ha generado expectativas importantes hacia los temas de reactivación económica.
Juan Ignacio Pérez, presidente de los empresarios de alimentos, indicó que la inversión, desde el microemprendimiento hasta la empresa multinacional, así como la confianza del consumidor, dependen primordialmente de la percepción de quienes arriesgan su capital o sus ahorros en torno al clima de negocios y las señales que se perciben de quienes tienen a su cargo la construcción de política pública.
“Por tanto, en ese departamento, el balance de los primeros 100 días del presidente Chaves Robles son muy bien valorados”, indicó Pérez.
Argumenta que las gestiones para que el ICE ordene sus finanzas en torno a las buenas prácticas financieras internacionales, el mandato que busca mayor eficiencia en el gasto público en alquileres, la declaración de emergencia ante los hackeos sufridos por diversas entidades del Estado, la búsqueda de un replanteamiento estratégico de una “refinadora que no refina”, el cierre de órganos públicos que no aportan mayor valor al Estado ni a la sociedad, el inicio de esfuerzos para la revisión de los sistemas de pensiones cargados al presupuesto nacional, la exigencia de estándares en la administración de fondos que son transferidos a otras instancias del sector público, como lo es el caso de las universidades, el anuncio del programa “Le Dejamos Trabajar” en materia de eliminación de cuellos de botella regulatorios, así como un estilo de liderazgo más gerencial, centrado en la Presidencia de la República, orientado a que las cosas se muevan, son señales coherentes con la enorme necesidad de reactivar la economía y que tienen la potencia de mover la aguja en materia de inversión, consumo y comercio.
Posterior a estos 100 días en los que el presidente ha enviado señales de recuperación de la coherencia en materia de política pública, en la industria alimentaria se espera que todas estas gestiones, propias de un primer proceso de acomodo y definición de rumbo, empiecen a materializar resultados, los cuales, como es de esperar, conllevan su proceso y su tiempo.