- Presidente de la República y ministro de Turismo rubricaron este lunes la ley 9977, en un acto realizado en la Marina Pez Vela, en Quepos.
- Normativa fortalece a Costa Rica como un destino internacional de turismo náutico, ampliando alcances de la Ley de Concesión y Operación de Marinas y Atracaderos Turísticos.
- Se trata de un turismo de calidad, congruente con el modelo de desarrollo sostenible, clave para dinamizar la economía de las comunidades costeras.
- Marinas tienen capacidad de emplear de manera directa al menos a 2 500 personas y generan encadenamientos para la atención de los barcos y de los turistas.
En una actividad realizada este lunes en la Marina Pez Vela, en Quepos, el presidente de la República, Carlos Alvarado, y el ministro rector de Turismo, Gustavo Segura, firmaron este lunes la “Ley de Impulso a las Marinas Turísticas y el Desarrollo Costero” (Ley número 9977).
Con una propuesta innovadora, legislación moderniza las condiciones en que operan las marinas y amplía los alcances de la Ley de Concesión y Operación de Marinas y Atracaderos Turísticos, fortaleciendo así a Costa Rica como un destino internacional ideal de turismo náutico.
La ley autoriza a las embarcaciones con bandera extranjera y a su tripulación a realizar actividades lucrativas relacionadas con el transporte acuático, la recreación y el turismo dentro de las aguas del territorio nacional permitiendo la contratación de capitanes y marineros nacionales para llevar a cabo estas prácticas.
También, posibilita a los concesionarios de las marinas y a sus empresas subsidiarias a otorgar en garantía la concesión para así acceder a financiamiento.
“Esta reforma legal introduce características novedosas para los concesionarios de las marinas y para las embarcaciones extranjeras que atracan en sus espacios, con lo cual se facilitará y fortalecerá la dinámica del turismo náutico en Costa Rica, un segmento que atrae visitantes con un alto poder adquisitivo y tiene enorme impacto en la generación de empleo en las comunidades costeras del país”, manifestó el presidente Alvarado durante la actividad.
El ministro de Turismo, Gustavo J. Segura, comentó que “al modernizarse las condiciones en que operan las marinas se espera que sean un imán más potente para atraer a los amantes del turismo náutico, un segmento que supone un turismo de calidad, congruente con el modelo de desarrollo sostenible, muy relacionado con la cultura y el deporte y clave para dinamizar la economía de las comunidades costeras donde se ubican”.
Por su parte, el gerente general de Marina Pez Vela y presidente de la Asociación de Marinas de Costa Rica, Jeffrey Duchesneau, destacó que este es precisamente el tipo de toma de decisiones innovadoras que un país debe llevar a cabo en un mundo post pandemia.
“La reforma a la Ley de Marinas y Atracaderos, junto con la destreza del sector turismo del país y las marinas de talla mundial de la costa pacífica, convierten a Costa Rica en el nuevo destino ideal para el alquiler de barcos de lujo; estamos abriendo todo un mundo de opciones a turistas de otra categoría. Es un escenario donde todos salen favorecidos: el turista, las comunidades costeras y el país también”, explicó Duchesneau.
En el acto de firma de la nueva ley estuvieron también el alcalde de Quepos, Jong Kwan Kim Jin, los vicealcaldes Rónald Sánchez y Vera Elizondo, así como empresarios turísticos.
Costa Rica compite con destinos de altísima calidad en Europa y en el Caribe por atraer turismo náutico. Con esta nueva legislación se podrá posicionar al país como una mejor opción.
Actualmente, Costa Rica permite el ingreso de turistas vía marítima en yates y veleros por las marinas Bahía Golfito, Los Sueños, Pez Vela, Banana Bay y Papagayo. En conjunto suman 800 puestos de atraque y atienden decenas de embarcaciones nacionales y extranjeras por mes, la mayoría de bandera extranjera de los EE.UU. (Pre pandemia 550 por mes; 350 de bandera extranjera).
Estas marinas han llegado a emplear de manera directa a 2 500 personas y generan un importante número de empleos indirectos asociados a servicios de las embarcaciones y comercio turístico. Además, apoyan económicamente las actividades y necesidades de las comunidades y sus municipios.