- Enfermedad del beso y el virus del papiloma humano provocan casos más frecuentes.
En Costa Rica el impacto del cáncer en cabeza y cuello en hombres es de 7 por cada cien mil, esto es en promedio unos 150 casos al año, es decir, un 10% de los cánceres en hombres. La incidencia en mujeres es de 3 por cada cien mil, para cerca de 70 casos al año, y representa el 13% de los cánceres en mujeres1.
Dos virus, que son altamente frecuentes, pueden considerarse como factores de riesgo para desarrollar un cáncer de cabeza y cuello, alertan especialistas en oncología y radioterapia.
La oncóloga radioterapeuta María Bonilla, del Centro de Radioterapia Siglo XXI, explica que en el virus Epstein-Barr está en el ambiente y su contagio se ve relacionado preliminarmente con secreciones, especialmente con saliva. Este virus produce una enfermedad conocida como: mononucleosis infecciosa o la enfermedad del beso.
Clínicamente se manifiesta como cansancio, fatiga, debilidad y dolores musculares, es algo transitorio y una gran parte de la población ni se entera que llegan a tener el virus.
“Este virus, se queda en el cuerpo de forma latente y cuando hay una disminución en la parte inmunológica, es decir, cuando se bajan las defensas, puede volver a reactivarse. La particularidad es que se desarrolla en tejidos donde hay gran presencia de ganglios, como cabeza y cuello, especialmente la zona de la nasofaringe es una de las regiones que tiene mayor red de ganglios linfáticos y por eso, es que el virus del beso o de Epstein Barr se asocia a este tipo de cáncer”, explica la doctora Bonilla.
El otro virus es el papiloma humano, virus de transmisión sexual que tiene un impacto en los casos de cáncer de cabeza y cuello, principalmente en la orofaringe, que es la parte de la garganta que se ubica detrás de la cavidad oral e incluye el tercio posterior de la lengua, el paladar blando, las paredes laterales, las posteriores de la garganta y las amígdalas.
“Dado que ya existen vacunas para esta enfermedad, sabemos que tendrá un impacto en disminuir la incidencia del cáncer de cérvix y de igual manera, permite una disminución en el cáncer de orofaringe”, reiteró la especialista en oncología radioterápica.
Agregó que de momento y tras varios estudios que han conocido sobre el virus del COVID-19, no existe incidencia de este virus con algún tipo cáncer de cabeza y cuello.
Bonilla reiteró que, en el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer de cabeza y cuello, la población debe mantener buenos hábitos de vida saludable, adecuadas prácticas sexuales y ante cualquier síntoma extraño, consultar a un especialista.
Radioterapia altamente efectiva
De acuerdo con la doctora Bonilla, el rol de la radioterapia en cabeza y cuello, tiene la función de ser curativa, sin tener que operar al paciente y es indispensable contar con un equipo de alta tecnología como el que existe en el Centro de Radioterapia Siglo XXI.
“Entre más calidad tecnológica tengamos mejor opción terapéutica y así podemos dar dosis más altas, con una mayor protección a los órganos que están alrededor del tumor sin dañar órganos sanos. Independiente si estamos ante un tumor en etapa temprana o avanzado, la primera opción terapéutica será la radioterapia. Si es en etapa temprana será radioterapia sola, si es avanzada, irá asociada a quimioterapia”, explicó la especialista.
En el caso de cáncer de nasofaringe, por la ubicación detrás de la nariz, hacer una cirugía provoca que el paciente tenga un defecto quirúrgico que le afectará tanto desde el punto de vista funcional, como cosmético.
En el caso de orofaringe, también se ofrece un tratamiento de intención curativa y más bien la cirugía queda como una herramienta de rescate, solo en caso de que no se obtenga una buena respuesta.