La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) hizo un llamado a la población, en medio de la emergencia nacional por COVID-19, para que evite automedicarse ante la aparición de algún síntoma sin la adecuada indicación o supervisión de un profesional de la salud, toda vez que podría poner en peligro su estado de salud.
El doctor Esteban Vega de la O, coordinador nacional de servicios farmacéuticos de la CCSS, dijo que un medicamento por más “inofensivo” que parezca puede generar desde una hipersensibilidad hasta reacciones severas, pero, sobre todo, puede ocultar síntomas fundamentales de una enfermedad y afectar un adecuado y oportuno diagnóstico, sobre todo en grupos de riesgo como adultos mayores y pacientes crónicos con enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades respiratorias, problemas cardiacos, entre otras.
“En la mayoría de los casos las personas utilizan los medicamentos por consejos de familiares, amigos o influenciados por la publicidad, sin consulta previa de un profesional de la salud. El medicamento que le han prescrito al familiar, vecino o amigo o que simplemente ha adquirido sin recomendación de un profesional puede resultar riesgoso si no se han valorado antecedentes de relevancia”, agregó el farmacéutico.
El funcionario explicó que todo medicamento debe tener una valoración del riesgo-beneficio, ya que es necesario conocer la dosis correcta, intervalo de dosificación, forma correcta de utilizarlos para garantizar el efecto esperado y minimizar posibles reacciones adversas, interacciones medicamentosas, interacciones de alimentos, pero en este momento, el ocultamiento de síntomas que son claves para un adecuado y oportuno diagnóstico sobre todo cuanto esos síntomas podrían estar asociados al COVID-19.
El especialista agregó que ante la alerta de COVID-19 es necesario la prudencia y la responsabilidad, y que antes de automedicarse, es necesario consultar a un profesional de la salud tanto médico como farmacéutico, de manera que se evite el ocultamiento de síntomas de relevancia y que ello provoque que se retarde la atención oportuna en un centro de salud cuando así sea necesario en grupos de mayor riesgo o con antecedentes epidemiológicos de importancia.