A pocos días de haber celebrado las elecciones presidenciales en Costa Rica, ya han circulado múltiples noticias, acusaciones, videos sacados de contexto y publicaciones falsas de redes sociales, sobre el proceso electoral, en miras a la segunda ronda.
Aunque la desinformación en época electoral no es un fenómeno nuevo, sí es inédito el gran volumen de información producida, la amplitud de su alcance geográfico y la rápida propagación de la misma por múltiples plataformas simultáneas.
Esta situación no es propia del contexto costarricense únicamente. De acuerdo con el estudio “Los pilares de las campañas de desinformación política” de Cisco Talos, el cual aborda el fenómeno de desinformación a partir de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, se han logrado determinar las herramientas y tácticas más utilizadas para estos fines.
La fuente de la desinformación
El estudio de Talos identificó que el recorrido de las noticias falsas empieza con una primera fuente “provocadora”, la cual utiliza distintas agencias externas como compañías de marketing digital privadas o incluso gobiernos, para circular el contenido.
Una vez publicada la información, esta se amplifica a través de redes sociales por medio de pauta y cuentas falsas, o a través plataformas de noticias falsas más pequeñas, hasta que se vuelve viral.
Como ejemplo de esto, el estudio señaló que en la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos se identificaron casi 6,000 cuentas de bots en Twitter ligados a la Agencia de Investigación de Internet rusa (IRA) y otras fuentes de este país. Ese año, IRA gastó hasta $1.25 millones mensuales para enviar mensajes por redes sociales a los estadounidenses.
Cisco Talos también recopiló evidencia que demuestra que el contenido se está originando también a través de personas falsas que simulan ser periodistas, a los cuales se les construye antecedentes que parecen verídicos para sumarle credibilidad como fuente de información.
¿Cómo combatirlo?
El riesgo de la desinformación en las campañas electorales radica en la posibilidad de incentivar la polarización política y manipular la intención de voto del público, orientando el resultado final de los comicios.
“A pesar del aumento acelerado de este fenómeno, se han venido dando avances considerables para impulsar el reconocimiento público sobre este problema. Asimismo, compañías tecnológicas como Cisco trabajan hoy en múltiples flancos para detectar y correlacionar amenazas a medida que estas suceden, así como optimizar la estrategia de seguridad para bloquearlas y evitar que lleguen al usuario final”, apuntó Juan Marino, Cibersecurity Sales Strategy Manager de Cisco.