- Perfil nacional de empleo, trabajo y salud de las personas trabajadoras, arroja que es necesario impulsar políticas para incrementar las coberturas de los seguros de salud y riesgos del trabajo, especialmente entre los ocupados en agricultura, transporte y enseñanza como fórmula para reducir el empleo informal.
Conocer las condiciones de empleo, trabajo y salud del país, es fundamental para la formulación de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los trabajadores. El instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA), en conjunto con el Centro de Investigación en Salud Laboral (Cisal) y la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, España, en colaboración con la Escuela de Ingeniería en Seguridad Laboral e Higiene Ambiental del Instituto Tecnológico, desarrollaron el Perfil nacional de empleo, trabajo y salud de las personas trabajadoras en Costa Rica 2015-2019.
Para este estudio descriptivo se incluyen características del mercado de trabajo, las condiciones de seguridad, higiene, ergonomía y psicosocial en los lugares de trabajo, la salud autopercibida, mortalidad general y lesiones por accidentes de trabajo.
En detalle
La tasa de ocupación, que mide la proporción entre las personas ocupadas y el total de la población entre los 15 y los 65 años (fuerza de trabajo con capacidad de trabajar) se mantiene estable a lo largo del quinquenio en alrededor del 60%. Cuando se compara a los hombres ocupados con las mujeres las diferencias son notorias: la tasa de ocupación es casi el doble en hombres respeto a las mujeres, y si bien esta última ha ido creciendo del 40 al 46%, la diferencia con respecto al 80% de los hombres es muy marcada donde aún queda un amplio margen de mejora para la incorporación de mujeres al mercado laboral.
“Con respecto al número de personas en desempleo, este se ha mantenido constante en los tres primeros años en estudio: alrededor de 200.000 personas, oscilando entre el 9,3% al 9,6% pero ha aumentado un 12% en los últimos dos años a alrededor de 300 mil personas”, cita el estudio.
De toda la población activa, ocupada y desocupada, alrededor de un 40% no tiene cobertura del seguro de riesgos del trabajo y alrededor del 30% no tienen cobertura de los servicios de salud presentados por la Caja Costarricense de Seguro Social. La tendencia en estos 5 años es de incremento en ambas coberturas.
Otro dato relevante presentado en este perfil es que en casi todas las actividades económicas los hombres son mayoría, especialmente en agricultura, industria, construcción y electricidad. Al contrario, en las actividades de enseñanza, salud, servicios sociales y comunales y personales, las mujeres fueron mayoría a lo largo de los años de estudio.
Con respecto a las condiciones de trabajo, se menciona una prevalencia de exposición muy elevada de los movimientos repetitivos como indicador de los riesgos ergonómicos, tanto para hombres como para mujeres. Con respecto a la prevalencia de exposición al ruido como indicador de las condiciones higiénicas, se sitúa alrededor del 50% de los hombres y el 30% de las mujeres. “Las mujeres que laboran en actividades de transporte, electricidad y comunicación, reportan estar más expuestas: un 50% en 2011 y un 66,7% en 2018. En lo que se refiere a los hombres, en el 2018, todas las actividades económicas superan el 50% con excepción de agricultura, caza y pesca con un 27% y servicios a empresas con un 42%. En el 2018 la prevalencia fluctúa entre el 25% en agricultura y un 63% en construcción”.
Los riesgos ergonómicos y psicosociales autoreportados afectan aproximadamente a dos de cada tres personas ocupadas en el país. La incidencia de lesiones no mortales por accidentes de trabajo, alrededor de 90 por cada 1000 a lo largo del quinquenio, se centran en la construcción y la agricultura. De acuerdo con la opinión expresada por los participantes de la encuesta, la mayoría de estas desconocen que existen actividades preventivas o comisiones de salud ocupacional en las empresas.
El equipo de investigación, conformado por Douglas Barraza de la UNA, Andrés Robles del TEC, Erick Ulloa y Nury Sánchez del Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Michael Silva Peñaherrera y Fernando Benavides del CISAL, recomienda impulsar políticas que favorezcan la incorporación de la mujer al mercado de trabajo en condiciones decentes que incluyan la garantía de la seguridad y la salud en el trabajo, incrementar las coberturas de los seguros de salud y riesgos del trabajo, especialmente entre los ocupados en agricultura, transporte y enseñanza, como fórmula para reducir en empleo informal, priorizar las actividades preventivas en los riesgos ergonómicos y psicosociales por ser los que presentan una prevalencia más elevada tanto en hombres como mujeres y fortalecer las actividades preventivas para reducir lesiones por accidentes de trabajo, especialmente en las labores de construcción, agricultura y en las relacionadas con electricidad, gas y agua.