Una tradición de antaño que no puede faltar en las Fiestas Cívicas de Liberia, es la coronación de la reina. El encanto que brilla en esta celebración es en gran parte de un espíritu joven, simpático y alegre, y en esta ocasión es Sharlyn Rovira, quien acompañará al pueblo de la Ciudad Blanca.
La liberiana tuvo que competir el reinado contra otras 10 candidatas, siendo una cifra significativa respecto a años anteriores, según comentó Tin Ping Long, Presidente dela Comisión de las Fiestas Cívicas.
Esta usanza guanacasteca de la elección de la reina nació con el motivo de hacer unas fiestas que exalten la belleza de Liberia en todo sus sentidos, comenzando por el tipo de gente que habita, tomando en cuenta desde su parte física como personalidad y forma de interactuar con los demás. Siendo un valor agregado, que llama la atención de los visitantes.
Además de su belleza, uno de los aspectos prioritarios es que la reina conozca sobre la historia de Guanacaste y le tenga el valor y respeto, como para transmitírselo a los demás. Además debe saber montar a caballo, por los múltiples recorridos que se realizan durante las fiestas.
Morena, de 18 años, y vecina de barrio Felipe Pérez, la reina afirma que esta es su primera experiencia en un certamen de belleza. Desde pequeña le han llamado mucho la atención los concursos de belleza, y su hermana Dayleph había participado en el 2006 y ganó como primera dama, eso le sirvió de motivación para animarse a participar.
Para lograr la coronación, Sharlyn tuvo que ensayar para las diferentes pruebas del concurso, ya segura que durante varias tardes fue a practicar monta a las cuadras, junto a su primo, ya que no sabía hacerlo bien.
Una de sus pasiones es el baile y fue hace tres años cuando comenzó a formar parte de la academia Andanzzas. Su ritmo favorito es la bachata y reconoce que quiere perfeccionar más la cumbia y el swing criollo. Ha logrado concursar en el extranjero.
Sharlyn ya tiene lista su sonrisa para saludar y recorrer las calles de Liberia durante las Fiestas porque ya ¡huele a fiesta!.