- Los programas de comedores estudiantiles, de transporte, de becas y el desarrollo de infraestructura educativa no dan abasto con el escaso presupuesto destinado para beneficiar a la población más vulnerable del país.
Silleny Sanabria Soto
Periodista Periodico Mensaje
Las brechas tecnológicas y sociales,la suspensión reiterada de lecciones, la pandemia, la gran desventaja entre centros educativos públicos y privados (que no dejaron de recibir clases), la reducción de presupuestos Ministerio de Educación Pública (MEP) para beneficios a estudiantes de bajos recursos, entre otros aspectos, son solo una pequeña parte de los muchos retos y desafíos que debe enfrentar la educación costarricense.
Según la Dirección de Programas de Equidad (DPE) del MEP, para este año al igual que en los anteriores, se proyecta invertir aproximadamente ¢105.000 millones de colones para beneficiar a 855.000 estudiantes que reciben alimentos como parte de su proceso formativo. Sin embargo, al igual que todos los años, este presupuesto resulta escueto para más de 500.000 alumnos en situaciones de pobreza o pobreza extrema que aumentan cada vez en las aulas, para el faltante de cocineras urgente (actualmente hay 7.730 cocineras contratadas y de ellas un 35% está en pobreza extrema también) para cada centro educativo y su extensa población estudiantil, y para el equipamiento necesario para brindar este servicio.
Leonardo Sánchez Hernández Director de la DPE, para este 2022 se estima que el presupuesto alcance hasta el mes de octubre de este año, situación que no es nueva según explicó y al igual que todos los años es necesario solicitar desde ya un presupuesto extraordinario al Ministerio de Hacienda para poder solventar la situación y que ningún estudiante deje de percibir este recurso.
“El beneficio de comedores estudiantiles es todo un encadenamiento en donde no solamente se le brinda las 3 comidas al día a un estudiante, sino que además, se le brinda trabajo a cocineras y se compra semanalmente a productores de alimentos, entre otros beneficiados. Actualmente hay 4566 comedores a nivel nacional, 855.000 beneficiarios de los cuales el 33% reciben 2 o más tiempos de alimentación en especial en zonas vulnerables. De ellos, en Guanacaste hay 521 centros educativos con una cantidad de beneficiarios de 90.503 estudiantes de prescolar, primaria y secundaria”, comentó Sánchez, quien agregó que cada plato le cuesta al DPE ¢700 colones al día sin incluir la electricidad, cocineras, kit, que se pagan por aparte, entonces si tiene 2 tiempos de comida serían ¢1500 al día, por semana serían ¢50.000 y así sucesivamente, por lo que si el sistema de comedores no existiera y el hogar pobre (el cual no tiene acceso a alimentación) tuviera que comprar la comida a los niños adquirir esta inversión por su condición; es decir, que este programa invierte el 80% del ingreso de un hogar per cápita.
“En los comedores tenemos a una quinta parte de la población del país, y tenemos más del 70% de la población menor de 18 años, entonces lo que pase con los comedores tiene efectos a nivel país en todos los ámbitos, por lo que el presupuesto debe ser suficiente para garantizar las condiciones mínimas de servicio. Este programa ha sufrido un estancamiento en los últimos años, y cuando llega a la Asamblea ya va recortado y cuando inicia el año ya comenzamos mal, y nos toca correr a Hacienda, para que nos de recursos nuevos. A veces hay retrasos importantes para conseguir el presupuesto extraordinario, este año ya estamos haciendo los trámites para gestionar el recurso que se estima para este año sea en el orden de los 18.600 millones de colones”, explicó el Director.
Situación es similar con el Programa de Transporte Estudiantil (PTE)
Al igual que otros programas de equidad, el PTE se concentra en la población con menos recursos en donde 156.661 son los beneficiarios a nivel nacional. Dicho programa cubre el 73% de los distritos de los 83 cantones.
“Aquí el presupuesto es aún más crítico, pues el año pasado se recortó en un 50% y tuvimos que correr para un presupuesto extraordinario. Para ese año se recordaron ¢16.000 millones de los ¢50.000 que pedimos, entonces esto hace que en agosto se nos acaben los recursos.
El transporte es un programa que da acceso físico a las personas del 60% de los distritos más pobres del país, además está ubicado en el 33% de los distritos más conflictivos de seguridad ciudadana”, comentó Sánchez quien especificó que en Guanacaste el problema más serio es el tema de seguridad vial para acceder a los centros educativos. Los 130.000 necesitan de una buseta transportista para trasladarse, hay recorridos que son de 40 Km para llegar, hay lugares donde no hay caminos, entonces toca tomar una lancha a las 4 a.m. para llegar al centro educativo.
“Una de cada 3 rutas es montañosa, entonces este programa es para mí uno de los más importantes para disminuir la exclusión educativa y de ahí la importancia de que estos programas no sean recortados en su presupuesto. La solución es la misma, salir corriendo a pedir un presupuesto extraordinario porque el Gobierno no nos deja otra opción, hay una necesidad urgente y es importante que se conozca porque los afectados son los estudiantes”, agregó.
Avances en infraestructura
Catalina Salas Hernández de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE),indicó que los desafíos más importantes a nivel nacional es superar la infraestructura educativa que va de la mano con el tema presupuestario también, el cual se ha reducido con los años, para este año es el menor presupuesto que se ha tenido desde hace mucho tiempo.
“Necesitamos poder tener mano de obra, procesos más agiles de contratación administrativa, oferentes más calificados y más presupuesto para poder explotar este tema. En Guanacaste hay una situación distinta a otras provincias, pues la zona es muy seca, con costa y los centros educativos expuestos a la salinidad, lo que provoca que el mantenimiento que deben dar las juntas es más riguroso; además hay casos de infraestructura que fue aprobada sin cumplir con los parámetros de diseño o de construcción y eso requiere mayor inversión”, comentó Salas, quien agregó que el problema de abastecimiento de agua es una afectación importante para el desarrollo de los centros educativos.