A pocas semanas de iniciar el curso lectivo 2019, en algunos cantones como en Cañas celebran el avance de obras del nuevo Colegio Rural de Nueva Guatemala financiado con recursos de un préstamo de Banco Interamericano de Desarrollo (BID); un panorama muy distinto al que viven otras localidades de la provincia que temen al cierre de sus centros educativos.
Casi siete años después del terremoto de Sámara, 65 centros educativos continúan padeciendo las secuelas que dejó a su paso el evento sísmico. Del año 2012 al 2015 tan solo seis centros fueron atendidos, según un informe de la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación (MEP), esto pese a que en marzo del 2013, la Asamblea Legislativa aprobó el fideicomiso de infraestructura educativa MEP-BID-BN para las reparaciones en centros educativos no solo de Guanacaste sino de todo el país.
Algunas de las obras que ya lograron ver la luz son: la construcción de las canchas multiuso del Colegio San Rafael de Abangares y el Colegio Técnico Profesional de Tronadora en Tilarán, así como el IEGB Colonia del Valle, en Nandayure y el Liceo Los Ángeles, en Nandayure.
A esto se suma el avance de obras del Colegio Rural Nueva Guatemala con una inversión preliminar de ₵554,5 millones. El proyecto consiste en la construcción de 1.501 m2 de edificios techados (incluyendo corredores y pasos a cubierto), 529 m2 de calles, estacionamientos, carga/descarga, aceras internas (no techadas), 228 m2 de aceras externas y 7.970 m2 de áreas verdes.
Sin embargo, la promesa de construir 9 centros educativos y siete canchas multiuso en Guanacaste aún están por cumplirse. Los recursos para concretarlos están a disposición de las Juntas de Educación, la ejecución de obra y el proceso de trámites se han convertido en los principales escollos.
Mientras tanto para el presente curso lectivo pesan 134 órdenes sanitarias en la Región Chorotega, que abarcan desde problemas en la infraestructura, instalaciones eléctricas deficientes, necesidad de mejorar aspectos físico sanitarios como también situaciones como la falta de accesibilidad a las estructuras e incumplimiento con la ley 7.600 y falta de extintores.
Al respecto, la diputada Mileidy Alvarado del partido Restauración Nacional aseguró que existen casos tan graves como la Escuela Ascensión Esquivel en Liberia que incluso está por ser declarada inhabitable, mientras que en la Escuela Bagatzi en Abangares los niños son atendidos en un comedor cuya infraestructura debe ser demolida por las condiciones en que se encuentra.
En la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación (MEP), aseguran que tienen una cantidad importante de proyectos en ejecución, algunos de ellos han tenido inconvenientes en cuanto a problemas de diseño o terreno, pero que están en proceso de resolución. A abril del año pasado, tenían siete proyectos rezagados.
Un informe de Seguimiento sobre Créditos Externos en periodo de ejecución del Gobierno Central emitido por la Dirección de Crédito Público del Ministerio de Hacienda realizado en mayo del 2018 reveló los principales problemas presentados en el plan de acción para materializar los proyectos de infraestructura educativa entre los cuales figuran: la falta de servicios básicos y condiciones topográficas en los terrenos, pago de impuestos y trámites municipales pendientes que atrasan la ejecución física y financiera, problemas en SENARA y SETENA con expedientes de más de un año que no se han atendido, objeciones en carteles de licitación, así como adjudicación de anteproyectos, planos constructivos.
De acuerdo con ese informe 10 obras de infraestructura educativa figuran con contratos de licitación firmado: la Escuela Santa Cecilia, el Liceo Cuajiniquil, Liceo de Quebrada Grande, el IEGN Colonia del Valle, Liceo Los Ángeles, Colegio San Rafael, el CTP de Hojancha, el CTP de Liberia, el CTP 27 de Abril, el CTP de Tronadora.