Como sucede con la música, el ambiente guanacasteco siempre ha sido un excelente motivo para estimular la creación literaria. Muchos autores se han inspirado en las lindas costumbres y las bellas tradiciones, entrelazando todo con el sentir del espíritu guanacasteco, deslizándose en una naturaleza que envuelve sutilmente el ambiente con la sicología de los protagonistas. Seguidamente se citan algunos de los más destacados escritores de nuestra provincia.
Como punto de partida tenemos a doña María Leal Rodríguez más conocida como María Leal de Noguera (1892-1989), notable pionera santacruceña autora de varios libros entre ellos Cuentos Viejos, De la Vida en la Costa y Estampas del Camino. Más adelante aparece chalán Fito Salazar, Rodolfo Salazar Solórzano (1908 -1982), famoso poeta liberiano en cuyo libro Canto a Mi Tierra florecen entre otros lindos versos Camilo Reyes, El Casorio de la Enriqueta, Los Motos, Guanacaste y muchos otros más. Que decir de Toño Obando, Antonio Obando Espinoza (1912-1984), otro auténtico poeta liberiano autor de El Sabanero, lindo libro donde sobresalen entre muchos los poemas Jura ante El Llano y El Sabanero. Antes por ahí estaba Anibal Reni seudónimo del recordado alajuelense Eulogio Porras (1895-1966), un guanacasteco de corazón que nos regaló la letra de Pampa así como Sacanjuches un bello libro de cuentos guanacastecos. El nicoyano Virgilio Caamaño Arauz aparece en 1935 con sus interesantes apuntes regionales El Lector Guanacasteco y La Cuenca del Tempizque. En Nicoya también estuvo el doctor Carlos María Arauz Aguilar (1927 -1988) con su bello libro Verolís y Poemas Sentimentales, aparte de Ruma Benharis el seudónimo de otro nicoyano Miguel Ángel Vidaurre Rosales quien en 1937 con su libro Garzaleida nos regaló un sabroso compendio de cuadros, cuentos y leyendas guanacastecas.
Que decir del otro cartago que anduvo por ahí, Joaquín Vargas Coto (1895-1959), otro guanacasteco de corazón que con sus pintorescas Cartas de don Camilo nos presentó las vivencias sabrosas del ganadero don Camilo Galagarza Cabalceta. En forma similar estuvo el nicoyano Pedro Arauz Aguilar (1916-1984) que con su libro inédito Las Cartas y los Recuerdos de don Prudencio Aguirre Alemán nos regaló las vivencias auténticas de un campesino nicoyano. Paralelamente nos deleitó con el librito folclórico religioso Las Festividades de Nuestra Señorita La Virgen de Guadalupe. Inéditas están sus Cuentos de Camino y Los Recuerdos de la Nicoya de principios de siglo. La maestra josefina Edelmira González plasma sus vivencias guanacastecas en sus exquisitas obras denominadas Alma Llanera y Mansión de mis Amores.
En Santa Cruz la tierra de Esquipulas está José Ramírez Saizar (1915-2001) insigne poeta y escritor de muchas obras entre ellas Nayuribes, Escarceos, Chirco y Reseda, Malinche, Bajo los cedros en flor y Folclor Costarricense. No podemos omitir al nicoyano Ramiro Arauz Aguilar (1919-2010) con sus lindos poemas criollos como Amanecer guanacasteco, Bienvenido y el Barroso, Un viaje por el Golfo de Nicoya, Paisaje salinero, La contadera de días, La pica de leña, La leyenda del Cerro las Cruces, El secreto de Juan Mendoza, Fantasía del llano y La carreta gime.
En Liberia encontramos al célebre poeta y músico Medardo Guido Acevedo (1912-2007), autor de una amplia extensa y prolífica obra literaria. Con sus libros de poemas Región Infinita y Cielo Verde nos deleitan respectivamente los otros liberianos Ismael Umaña Pérez y Donald Berger Faerron (1938). En Las Juntas de Abangares sobresale Ofelia Gamboa Solórzano (1924) con sus libros Oro y Sol, el Expreso de la Mina y más recientemente Columpios. Aquí también está su paisano Santiago Porras Jiménez (1951) que desde Coyolar de Abangares nos deleita con sus Cuentos de Ayer Hoy y Nunca y sus Cuentos Guanacasticos. Con ellos esta Víctor Quirós Zúñiga y su novela El Festín de los Coyotes ambientada en nuestro Guanacaste de 1900.
Aparece Tilarán con su gran exponente Hernán Elizondo Arce (1920-2012), un herediano y guanacasteco de corazón célebre por su libro Memorias de un Pobre Diablo. En Nicoya está Ciro Montero Guevara (1923) con sus poemas y cuentos como Arengas al Vacío, Apaga esa Luz, más recientemente con su novela Apenas un Sueño y su obra inédita Adiós Urbes. También en la tierra chorotega está Antonio Nicolás Carrillo Montes (1929) con sus obras Cuadros Guanacastecos, Así es mi Tierra y Los Herederos del Cielo. En 1976 destacan Guillermo García Murillo y Luis García Briceño con su interesante estudio sobre Comidas y Bebidas de Guanacaste.
Vuelve Santa Cruz en la pluma de Edgar Leal Arrieta (1946) y sus libros De Fiesta en Fiesta en Guanacaste, Santa Cruz El Paraje Diriá, Aromas de Guayacán en Flor y Los Devotos del Negrito. Otro santacruceño contemporáneo el arquitecto Héctor Chavarría Carrillo, nos trae Tierra de Hombres sin Hombres, Los Tugurios están de Fiesta y más recientemente Ballena. Siempre en Santa Cruz pero un poco antes estuvo Jorge Luis Acevedo Vargas y su gran aporte que significa la investigación cultural que culminó con el libro La Música en Guanacaste y más tarde con la no menos importante obra denominada Antología de la Música Guanacasteca.
Otro escritor nicoyano es Carlos Arauz Ramos (1947) llega con sus libros Cornizuelo y Güiscoyol, La Cofradía de nuestra Señorita la Virgen de Guadalupe, Cosas de Guanacaste Dichos y refranes guanacastecos. De igual manera el compilador Hernán Gutiérrez Oviedo nos ofrece un conjunto de tallas con sabor a pueblo presentadas en el libro Las Tallas de tío Julián fruto de la inspiración del santacruceño Julián Matarrita Ruiz (1919-1994).
No podía faltar en esta cita el gran literato contemporáneo Miguel Fajardo Corea (1956) con una profusa obra literaria entre las que destacan Extensión del Agua, Estación del Asedio, Parte del Fuego, Solo la Noche, Confraternidad Guanacasteca Siempre, Realidad Mito y Dolor, Las Puertas del Sol, Héctor Zúñiga Palabra y Canto, Sacramento Villegas, Medardo Guido Cantares de la Pampa y Otras Lunas. Finalmente nos deleita Marco Tulio Gardela Ramírez (1950) con su libro de poemas Herencia del Sol y con Marcelita (Semana de cuentos para una niña guanacasteca).
Por Carlos Arauz Ramos | Libro: Cosas de Guanacaste