- Elpidio Chavarría, oriundo de San Vicente de Nicoya, se inspira en las vasijas precolombinas chorotegas y utiliza materiales de la zona para elaborar sus creaciones.
- Este artesano, integrante del colectivo “La Choreja” ,forma parte de los “Rostros del Turismo”, del ICT.
Hace más de 40 años, Elpidio Chavarría Chavarría heredó de su mamá el gusto por la artesanía Chorotega y a la fecha, esa es su forma de trabajo. La artesanía es un tema de familia, pues su madre María Bellamira Chavarría (q.e.p.d) lo aprendió de su abuela y ésta, de la bisabuela de Elpidio. Con 58 años de edad, Chavarría trabaja la cerámica y recuerda claramente cuál fue la primera pieza que confeccionó siendo niño.
“Yo tenía más o menos 9 años y lo primero que hice fue una tinaja, eran vasijas que hacía mi mamá y ahí fue donde me inspiré más en el arte, me fue gustando cada día y más cuando se iban a vender, ya que con eso había un poquito de dinero en la casa”, explicó Elpidio.
A esa corta edad, le correspondía ir a buscar el barro y prepararlo al lado de su mamá, que luego le ayudaba a terminar la vasija. “Mi mamá me ayudaba a hacer los trabajos, luego yo me peleaba con mi hermana para salir a vender porque quería vender las piezas mías, obtener mi dinero para comprar los cuadernos y lápices de la escuela. Las artesanías las vendía con mi mamá casa por casa y lo que ella se ganaba servía para el sostén del hogar “, relata Elpidio.
De los 9 hijos que tuvo doña María Bellamira, dos nunca aprendieron el arte de las artesanías y, finalmente, solo Elpidio y su hermana Ilsia, junto a algunos sobrinos, aún las elaboran.
Chavarría es integrante del colectivo “La Choreja”, del programa “Artesanías con Identidad”, del Instituto Costarricense de Turismo, y gracias a su trabajo fue elegido como uno de los “Rostros del Turismo”, la serie fotográfica y audiovisual del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que busca mostrar a los integrantes destacados del sector turístico costarricense mediante sus historias y un ejemplo de cómo contribuyen con su trabajo a la economía del país y a la atracción de turistas.
Con motivo de la celebración el próximo 25 de julio de los 199 años de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, se comparte la historia de Chavarría en el Facebook, Instagram y canal de Youtube del ICT, por representar a la hermosa provincia de Guanacaste y mantener viva a diario la cultura de la zona.
“Es importantísimo (haber sido seleccionado) para darse a conocer y mostrar el producto que realizamos. El turismo es un legado que viene a fortalecer la economía de cada persona que produce la cerámica. Las artesanías son mi sustento diario”, dice Elpidio, quien cuenta que la inspiración para sus obras le llega de la naturaleza y de las réplicas de materiales elaborados por otras personas.
Las réplicas del jaguar son las piezas que más identifican su trabajo y a la región Chorotega, mientras la palabra “¡Guau!” es la más común que dicen los turistas cuando miran sus trabajos, dándole la satisfacción de que están sorprendidos de las artesanías hechas con sus manos. Pese a la cantidad de trabajo, Elpidio saca el tiempo para enseñarle la técnica de la artesanía Chorotega a otros, esto con el objetivo de que aumente la gente que las haga y asegura que un poco de su inspiración es lo que adquiere cada cliente cuando compra sus productos.
“Me gustaría que conozcan lo que aprendí de mi mamá, que sepan lo que yo sé. Cada vez que elaboro una vasija, se viene a mi mente el recuerdo de mi mamá, siempre digo: ‘así lo hacía ella´”, recordó.
Para Chavarría, la identidad y el legado de los antepasados representados en cada artesanía debería ser la razón por la que cada turista las compre y las lleve a su casa como recuerdo.