- Depuradora entregada formalmente este viernes, permitirá incrementar a un millón por mes la producción de ostras.
- Planta procesará los moluscos producidos en las granjas del Golfo de Nicoya y Pacífico Central a cargo de familias de la zona.
- Se encuentra ubicada en la Estación de Ciencias Marinas y Costeras (ECMAR) de la Universidad Nacional (UNA) en Chomes.
- Inder invirtió ₡150 millones para infraestructura y ₡25 millones para los equipamientos necesarios.
Golfo de Nicoya. Desde ahora, Costa Rica cuenta con la planta depuradora de moluscos bivalvos más grande de Centroamérica, la cual fue formalmente entregada a los científicos que la tendrán a su cargo y mediante la cual se espera procesar hasta un millón de ostras al mes.
Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro de la estrategia de Gobierno por impulsar la acuicultura para la transformación productiva de Puntarenas, la generación de empleo y el desarrollo integral del Pacífico costarricense.
La obra fue entregada este viernes por parte del presidente ejecutivo del Instituto de Desarrollo Rural (Inder), Harys Regidor Barboza y el rector de la Universidad Nacional (UNA), Francisco González Alvarado, junto a Dr. Ángel Herrera Ulloa, director de la Escuela de Ciencias Biológicas y a su vez de la Estación Nacional de Ciencias Marinas y Costeras (ECMAR), de la Universidad Nacional (UNA).
El proyecto permitirá desarrollar pequeños emprendimientos para la producción de ostras, tanto en el Pacífico Central como en el Golfo de Nicoya, lo que significará una respuesta alternativa a la necesidad de reactivación económica y empleo de estas zonas.
La construcción de la obra fue posible gracias al aporte del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) por ₡150 millones para la infraestructura y otros ₡25 millones adicionales para la adquisición de equipos, como bombas y sistemas adicionales, por medio de su programa Fomento a la Producción y Seguridad Alimentaria.
Para poner en marcha la planta, también fue necesario el financiamiento del recurso humano requerido, que provino de una inversión de ₡75 millones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) mediante la Dirección de Economía Social Solidaria.
“Una vez más, en el Inder, volvemos los ojos al mar, para buscar soluciones a las necesidades de reactivación económica de cientos de familias que viven en las costas. Lo hacemos tanto con proyectos como esta planta, como con iniciativas de investigación junto al Parque Marino del Pacífico, y lo hacemos también apoyando la pesca responsable, mediante entregas de motores fuera de borda y radios de comunicación a familias pescadoras desde Guanacaste, las islas del Golfo e incluso en el Pacífico Sur, porque sabemos que la reactivación económica pasa por buscar soluciones alternativas”, Regidor Barboza.
Proyecto integral. La depuradora es parte de un proyecto mayor que tiene como finalidad contribuir en la inocuidad del producto que venden los ostricultores y extractores de moluscos bivalvos. Previamente, se construyó “Laboratorio Producción de Semillas de Ostras”, encargado del suministro de semilla de calidad y que se ubica a la par de la planta depuradora. Este fue financiado con recursos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y la UNA con una inversión total de ₡565 millones.
"Dos proyectos de extensión de la Universidad Nacional a cargo de Sidey Arias y Gerardo Zúñiga serán los encargados de asumir, junto a cinco técnicos, la operación de esta nueva planta. Además, brindarán el acompañamiento técnico y la asesoría necesaria a los ostricultores y a cada una de las granjas. Con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión hemos logrado parte de este crecimiento y seguiremos trabajando por más iniciativas que beneficien a las comunidades costeras”, comentó Ángel Herrera, director de la Escuela de Ciencias Biológicas de la UNA.
En la actualidad, en el país se produce un millón de semillas de ostras anualmente y se espera que cuando la planta entre en funcionamiento pleno se puedan producir un millón de semillas mensuales y que con los esfuerzos de la institucionalidad y las agrupaciones se logre registrar la ostricultura como una nueva actividad productiva con potencial para la resiliencia socio-ambiental y económica del Litoral Pacífico.