- Gobierno local y Ministerio de Salud niegan permisos para ubicar oficinas en el centro del cantón
La Municipalidad de Abangares y el Ministerio de Salud -mediante la denegatoria del permiso de uso de suelo y el permiso sanitario de funcionamiento- para la ubicación de las oficinas de la Cooperativa de Productores de Oro (COOPEORO) de esa comunidad, obstaculizan el desarrollo legítimo de esta actividad comercial que es la principal fuente de empleo y de generación de negocios en ese cantón de la provincia de Guanacaste.
Los constantes entrabamientos burocráticos del Gobierno Local de Abangares y el Ministerio han impedido que la Cooperativa instale sus oficinas en el centro de esa comunidad dificultando el desarrollo de esta actividad con apego a la normativa existente.
En el año 2005, un grupo de visionarios en el distrito de La Sierra, Abangares, decidió unirse en torno a un propósito común: la minería aurífera. Este grupo, compuesto por hombres y mujeres con un profundo arraigo en la tierra que habitaban, fundó Coope Oro, una cooperativa que no solo se convertiría en la más antigua de la región, sino también en una pionera en obtener una concesión minera aurífera, marcando un hito en la historia local.
De acuerdo con Susan Rodríguez, Gerente de CoopeOro, en Abangares tierras no son fértiles para la agricultura a gran escala, y las oportunidades industriales o de servicios son prácticamente inexistentes.
“En este contexto, CoopeOro se erige como un motor fundamental para la estabilidad económica y social. Sin ella, las familias enfrentarían un futuro incierto, marcado por la falta de empleo y la migración forzada. Es importante destacar que, desde su fundación, CoopeOro ha operado con un enfoque en la sostenibilidad y el bienestar comunitario. Esta responsabilidad compartida ha permitido que la Cooperativa no solo genere empleo, sino que también fomente un sentido de pertenencia y orgullo en la comunidad”, indicó Rodríguez.
La Gerente de la organización señaló que la supervivencia de esta actividad vital depende de que se les permita operar correctamente, “con el respaldo de las autoridades y la comprensión del valor que aporta la minería a la región. Prohibir o limitar la minería en Abangares no solo afectaría a los ingresos de las familias, sino que pondría en riesgo el tejido social de toda la comunidad”.
Grandes trabas
Actualmente, la Cooperativa enfrenta obstáculos significativos debido a la falta de aprobación de los permisos necesarios por parte de la Municipalidad y el Ministerio de Salud. Estas instancias han tomado decisiones que afectan directamente nuestra operación:
Negativa del uso del suelo por parte del Ministerio de Salud: A pesar de los esfuerzos realizados para cumplir con los requisitos establecidos, el Ministerio continúa negando la autorización necesaria para utilizar el suelo destinado a las tareas mineras.
Falta de permisos sanitarios por parte de la Secretaría de Salud: Las gestiones para obtener los permisos que garanticen las condiciones higiénico-sanitarias de las operaciones han sido igualmente infructuosas.
Estas restricciones han tenido un impacto severo en las actividades como cooperativa, paralizando la capacidad de generar empleo y sustento para la comunidad de mineros y sus familias.
Las acciones de la Municipalidad y el Ministerio han ocasionado:
Dificultades económicas: Los ingresos de las familias dependen directamente de la actividad minera. La falta de permisos ha puesto en riesgo el bienestar de muchas personas que dependen de esta actividad como su única fuente de sustento.
Afectación social: La comunidad minera, conformada por hombres y mujeres, enfrenta incertidumbre sobre su futuro. Esto genera tensiones que impactan el tejido social de la región.
La historia de la actividad minera en Abangares se remonta a finales del siglo XIX con la operación de la empresa Abangares Gold Field que se mantuvo en operaciones hasta el año de 1930.