- Los productores de subsistencia, pequeños y medianos podrán solicitar asistencia técnica en las agencias de extensión del MAG, para el diseño e implementación de los planes de uso de cama seca.
El director del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), German Rojas, y el Ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado, firmaron este lunes la directriz No. D001-sobre “Cama Seca en Granjas Porcinas”, la cual regula el uso de esta práctica productiva.
Las personas productoras, interesadas en aplicar esta práctica, deberán acatar los lineamientos técnicos establecidos en la directriz, y sus granjas serán supervisadas por funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal y del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Los productores de subsistencia, pequeños y medianos podrán, además, solicitar la asistencia técnica para el diseño e implementación de los planes de uso de cama seca, en las Agencias de Extensión del MAG.
“La directriz tiene como objetivo desarrollar prácticas productivas que permitan el aprovechamiento y la conservación de los recursos y nutrientes disponibles en los sistemas pecuarios, asegurando la salud humana, animal y ambiental”, detalló el Ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado Rivera.
“Hoy le doy merito a nuestros productores que siguen ratificando este compromiso de trabajo conjunto para lograr el mejor desarrollo en nuestro país de la actividad porcina nacional” indicó por su parte, German Rojas, director general del SENASA.
Esta directriz autoriza, para efectos del otorgamiento del Certificado Veterinario de Operación (CVO) para la actividad de granja porcina, el uso de cama seca transformada en abono orgánico, como enmienda de origen animal al suelo, siendo equivalente al requisito de contar con un sistema de tratamiento de aguas residuales aprobado por el Ministerio de Salud, al no existir generación de esta y formar parte del sistema productivo de la actividad.
La cama seca consiste en la utilización de material absorbente en los pisos de los corrales donde se encuentra los cerdos. Este material, al mezclarse con la excreta sólida y líquida, es removido y transformado en abono orgánico y utilizado para mejorar las características físicas, químicas y microbiológicas del suelo y reducir la fertilización química.
Es una práctica, que, siguiendo los lineamientos técnicos descritos en la directriz, reduce la contaminación al ambiente debido a que elimina el uso de agua para el lavado de los corrales, por lo que no se generan aguas residuales, reduciendo también olores y la presencia de moscas.
Además, varios estudios han demostrado que los animales desarrollados bajo este sistema de producción se encuentran en un ambiente más confortable, logrando alcanzar un mejor desarrollo.