La gran mayoría de los loros y guacamayas de Mesoamérica y el Caribe se encuentran en peligro de extinción. Se considera que, de 44 especies, 22 están en peligro de extinción, otras 6 en peligro crítico de desaparecer y una especie, la guacamaya tricolor de Cuba, ya se extinguió. Así lo afirmaron las instituciones y organizaciones que conforman la recién creada alianza de Loros Sin Fronteras.
Loros Sin Fronteras, es una alianza conformada por la Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación (Grupo Temático Psitaciformes), Centro Científico Tropical, Defenders of Wildlife de México, Organización Vidas A.C., One Earth Conservation, Paso Pacífico, Fundación en Ciencias para el Estudio y Conservación de la Biodiversidad (INCEBIO), Instituto de Ecología y Sistemática, Reserva Las Arrieras, Wildlife Rescue and Conservation Association (ARCAS) y United Corridors A.C.
Las especies de loros y guacamayas de la región están amenazadas por el tráfico ilegal, la deforestación y destrucción de sus hábitats por el avance de la frontera agrícola-ganadera, el cambio climático que afecta las temporadas de producción de alimentos, la cacería para alimento y por agricultores que las consideran plaga, así como, por la introducción de especies exóticas invasoras que destruyen sus hábitats o que las depredan.
“El tráfico ilegal afecta a la mayoría de los loros y guacamayas de la región. Tan solo en México, cada año se capturan ilegalmente más de 78,000 loros. La inmensa mayoría de los loros ilegales se destinan para el comercio nacional de mascotas y varias especies podrían desaparecer si no se disminuye la demanda” dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
Las guacamayas roja, verde, militar, azul-amarillo, roja-verde o la frente castaña se encuentran en peligro de extinción en varios de los países de la región. Así mismo, los loros de cabeza amarilla, nuca amarilla, cabeza roja, cabeza azul, entre otros también están en peligro de desaparecer. Otros como la cotorra de Puerto Rico o el perico de Azuero de Panamá, están en peligro crítico de extinción.
La alianza de Loros Sin Fronteras se conformó por instituciones y organizaciones que estudian y trabajan en la conservación de estas especies y que han visto que las poblaciones continúan disminuyendo y que las amenazas van aumento. Preocupados por que las especies estén más cerca de desaparecer, Loros Sin Fronteras pretende enfrentar las amenazas a nivel nacional y regional, con campañas informativas y de educación ambiental para concientizar tanto a la población como a las autoridades gubernamentales de la necesidad de cambios culturales y de política ambiental en cuanto a la forma en que interactuamos con las especies de loros y guacamayas.
“Loros Sin Fronteras lanza una voz de alerta en favor de la conservación de los loros en Mesoamérica” comenta Martín Lezama del Grupo de Interés Temático en Psitaciformes de la Sociedad Mesoamericana de Biología y Conservación en el que germinó la necesidad de lanzar este llamado.
Por su parte, Alexander González del Centro Científico Tropical indicó que “los loros y guacamayas son un tesoro para la región mesoamericana, la conservación de sus hábitats genera bienestar para las personas no solo porque nos ayuda a tener un ambiente sano si no porque genera oportunidades y riqueza a través del turismo de observación de aves”.
La alianza de Loros Sin Fronteras hace un llamado a todas las autoridades de la región de Mesoamérica y el Caribe para que emprendan acciones con el fin de disminuir el tráfico ilegal, la deforestación, la cacería ilegal, la introducción de especies exóticas invasoras y los efectos del cambio climático para asegurar la sobrevivencia de todas las especies de loros y guacamayas.