Un estudio realizado por investigadores del Área de Conservación de Guanacaste (ACG), en el Pacífico Norte de Costa Rica, logró demostrar que los eventos extremos del “Niño” pueden afectar las especies de tortugas marinas de distintas formas y con mayor rigidez a la tortuga baula.
El fenómeno de El Niño en el Pacífico Norte de Costa Rica está asociado a un aumento de la temperatura y a una mayor sequedad debido a la disminución en la cantidad de lluvia; este efecto, podría afectar negativamente el desarrollo de los huevos, porque éstos dependen de la temperatura y humedad dentro del nido.
Se estima que para finales del siglo XXI la frecuencia de eventos extremos de El Niño aumentará a casi tres por década, amenazando con una disminución del 19% los nacimientos de las tortugas baulas, por su parte la tortuga lora; se estima una disminución del 7% y la especie de tortugas verdes solo 1%.
Las playas incluidas en la investigación fueron las más importantes para el desove de tortugas marinas en esta región. De Norte a Sur: Isla San José, Nancite, Cabuyal, Playa Grande, Punta Pargos y Ostional. De las cuales, las tres primeras pertenecen al Área de Conservación Guanacaste y las tres últimas al Área de Conservación Tempisque.
Los eventos extremos de El Niño ocurren aproximadamente una vez cada veinte años, sin embargo, se proyecta que para finales del siglo XXI, aumente tres eventos por década.
Fuente de información: ACG.