Defender e impulsar acciones responsables con el medio ambiente continúa siendo uno de los desafíos para los costarricenses y el mundo. El Programa Bandera Azul Ecológica (PBAE) con el paso de los años se ha convertido en uno de los baluartes en erradicar las malas prácticas en: playas, comunidades, centros educativos, universidades, áreas naturales protegidas, municipalidades, sector agropecuario, empresas, hogares, así contribuyendo con la gestión sostenible del ambiente.  

Según Darner Mora, Director Ejecutivo del PBAE fue en 1996 cuando se implementó en Costa Rica la primera categoría, la de playas.

En el 2001, después de caminar el programa con cinco años en esta, tomaron la decisión de abrir el programa hacia otras categorías: en el 2002 categoría de comunidades, 2004 de centros educativos, 2006 áreas protegidas, en 2008 microcuencas hidrológicas y cambio climático, 2009 comunidad clima neutral, 2011 salud comunitaria, 2012 hogares sostenibles, 2015 categoría municipal, agropecuaria y eclesial ecológica; y en el 2016 eco diplomática y 2017 construcciones sostenibles.  Ahora están involucradas 15 instituciones públicas y privadas en la Comisión Nacional. Cada categoría cuenta con su propio manual de procedimientos, con su propio equipo técnico.

La Bandera Azul Ecológica es un galardón o distintivo que se otorga anualmente, el cual premia el esfuerzo y el trabajo voluntario en la búsqueda de la conservación y el desarrollo, en concordancia con la protección de los recursos naturales, implementación de acciones para enfrentar el cambio climático, la búsqueda de mejores condiciones higiénico sanitaria y la mejoría de la salud pública de los habitantes del país.

De acuerdo con Mora, todas las categorías de Bandera Azul están integradas, tanto playas con centros educativos, con la de comunidades, etc. por lo que se debe de considerar que al participar en una, también se contribuye con el bienestar de otra.

Panorama en Guanacaste

Fueron 35 comités de playas guanacastecas que recibieron dicho galardón, el pasado 21 de marzo. Se trata de: Arenilla, Buena, Copal, Coyotera, Manzanillo (La cruz), Manzanillo (Liberia), Ocotal, Rajada, Grande, Junquillal, Pan de Azúcar, Potrero, ventanas, Venado, Mansitra, Bonita, Langosta, Blanca y  Azul. Además de: Garza, Guiones, Pelada, Sámara Sur, Punta Islita, Carrillo, San Miguel, Corozalito, Camaronal, Chorotega (Panamá), Jobo, Conchal, Avellanas, Bahía Junquillal, Matapalo y Punta El Madero.  

Contar con Bandera Azul en una playa garantiza agua potable, acceso a condiciones higiénicas buenas, garantía de que es apta para nadar, rotulación y señalización,  educación ambiental, entre los parámetros obligatorios que deben cumplir. Con una estrella, se denota que hicieron los méritos obligatorios pero no cumplió con los complementarios, por ejemplo: salvavidas, un plan de atención de emergencias, servicios sanitarios, duchas, etc. Más estrellas equivalen a más acciones de higiene y compromiso ambiental.

“La categoría de Playa, desde entonces es la más antigua. Está muy posicionada, se comenzó con 20 playas del Caribe y Guanacaste, y no pasaban más de 20 las que participaban, siendo 10 las galardonadas en ese momento, como: Puerto Vargas, Puerto Viejo, Ocotal, Flamingo, Playa Grande, Punta Islita, etc.”, indicó el Director del Programa.

Agregó “Guanacaste tiene una enorme ventaja respecto a los demás, por ejemplo Flamingo, Ocotal, Playa Grande, Ostional, son buenas porque no tienen esteros que contaminen”.

La categoría de comunidades cuenta con 16 años de trayectoria, con el objetivo de establecer un incentivo para promover la organización de comités locales y la integridad de los mismos, para buscar la conservación y desarrollo, en concordancia con la protección de los recursos naturales, y evitar el deterioro de los cuerpos de agua, que van a desembocar en las playas. En esta participan: barrios, condominios, urbanizaciones, residenciales e incluso comunidades indígenas.

Solo en el 2016, se inscribieron 84 comités locales para participar en esta categoría.

Por Guanacaste, la categoría de comunidad, lograron recibir el galardón ese año: Reserva Conchal, Las Juntas de Abangares, Colorado de Abangares, Hojancha, Nosara, Río Celeste, Monte Potrero de Abangares y la Guinea de Filadelfia. Esto revela, que son pocos los interesados en la provincia, por lo que se requiere de un mayor impulso de los comités guanacastecos.

En la que respecta a Centros Educativos, suma 14 años de funcionamiento, y promueve la transformación constante de la cultura y las prácticas ambientales de la población estudiantil, docente y administrativa; incluyendo: CEN CINAI, CECUDI, guarderías y por otra parte las universidades.

Pablo Zárate, Coordinador de Bandera Azul de Centros Educativos del MEP, enfatizó a Periódico Mensaje que la cantidad de instituciones educativas guanacastecas participando ha crecido sustancialmente, pasando de 225 en el 2004 a 3129 este 2018, más del 50% de participación.

Por Guanacaste recibieron Bandera Azul en el 2017: 86 en Cañas, 86 en Santa Cruz, 55 en Liberia y 65 en Nicoya.

Zárate expuso que hay centros que han mantenido la bandera con el paso de los años, entre los más estelares, en Cañas: Escuela Antonio Obando Espinoza, Jardín de Niños Luis Leipold y Escuela San Francisco; en Liberia: Escuela Ascensión Esquivel Ibarra y Escuela Corazón de Jesús. Por su parte, en Nicoya: Escuela Pilangosta, Escuela Colonia del Valle. CTP de Hojancha en ese cantón; y en Santa Cruz: Escuela María Leal Rodríguez, Escuela Josefina López.  

Aunque los datos están en el proceso de revisión por parte de los equipos regionales, el crecimiento ha sido evidente, específicamente en: Libera y Nicoya.

Dentro de esta misma categoría se evalúa a las universidades, y en el 2017 se galardonó en Guanacaste únicamente a la UNED, por sus buenas prácticas ambientales durante el 2016, en las sedes de: Santa Cruz y Tilarán.

En cuanto a los proyectos que realizan a grandes rasgos se pueden nombrar: gestión de residuos (reciclaje), siembra de árboles, limpieza de espacios (playas o parques), entre otras acciones.

En cuanto a Áreas Naturales Protegidas, lleva siete años caminando. La Región Chorotega también está deficiente en la obtención de la Bandera Azul en esta categoría, sólo el Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Conchal fue reconocido; y entonces ¿Qué sucede con el resto? La provincia debe tomar cartas en el asunto, al ser estas  zonas prioritarias, en defensa del medio ambiente. Por ejemplo, el Área de Conservación Guanacaste comprende: el Parque Nacional Santa Rosa, Parque Nacional Rincón de la Vieja, Parque Nacional Guanacaste, etc. ¿Por qué no están participando en PBAE? Siendo un llamado para las autoridades a cargo de estas y el resto de áreas protegidas guanacastecas.

En la que compete a Microcuencas Hidrológicas, que cumple 10  años dentro del PBAE, y que corresponde a comités de: ríos, quebradas, lagos o manantiales, por Guanacaste no se obsequió a ninguno, en el 2017, lo que indica que en el 2016 no hubo inscripciones, ni esfuerzos, ni avances de mejora en este tema.

La categoría de Cambio Climático, es en la que más participan los guanacastecos, 26 empresas aproximadamente de la provincia fueron reconocidas con el PBAE, el año pasado. Entre ellas: Azucarera El Viejo, ICE Plantel Logística en Cañas, CELSIA Planta Eólica Guanacaste, Municipalidad de Cañas, Cruz Roja Comité de Hojancha, Hotel Occidental Tamarindo, ICE Almacén Liberia, CORIPORT S.A. – Aeropuerto Daniel Oduber, oficinas centrales de DPL Semillas, Hotel Andaz Papagayo, Davivienda en Liberia, ICE Seguridad Operativa Región Chorotega, Coopeservidores de Cañas, Liberia, Santa Cruz y de Nicoya. Además del AyA en Liberia, INA Liberia, Purdy Motor Liberia, AyA en Filadelfia, CFIA, INS Liberia, AyA en Santa Cruz, CAICA CAD Liberia, Cruz Roja en Nicoya, Banco Nacional de Liberia.

Cambio climático insta a las empresas, industrias, comercios, hoteles, oficinas, universidades, bancos, o bien oficinas de servicios y manufactura a tener un desarrollo con criterios de sostenibilidad socioambiental, minimizando el riesgo provocado por efectos del cambio climático, mediante una gestión ambiental integral, que genere un efecto multiplicador en los diferentes sectores del país y que les permita ser competitivos. 

Por otro lado, Guanacaste pese a ser una de las provincias más desarrolladas en el sector agropecuario, por sus tierras y abundantes recursos, durante la entrega del PBAE del 2017, la única empresa estelar de la provincia fue Azucarera El Viejo, promotores de desarrollo ambiental, a través de: uso del recurso hídrico, valoración de residuos, inventario de carbono, producción de energía limpia, de su Refugio Nacional de Vida Silvestre El Viejo, y la conservación cultural y ambiental.

En cuanto a la categoría de Municipalidades, se reconocen los esfuerzos municipales en materia ambiental, promoviendo a través del liderazgo de los gobiernos locales el desarrollo, creando una visión colectiva para el fortalecimiento de capacidades en los diferentes sectores. En Guanacaste del total de 11 solo fueron distinguidos cinco municipios en el 2017: Hojancha, Nandayure, Nicoya, Bagaces y Cañas.  Lo que acredita menos del 50% del total de Municipalidades de la provincia.

Eida Arce, Coordinadora de Bandera Azul en Municipalidades manifestó a Periódico Mensaje que este 2018 se premiará sólo a Liberia, Hojancha y Cañas.

“La mayoría de municipalidades no cuentan con el Programa de Gestión Institucional Ambiental que exige el MINAE y esto es un requisito básico para optar por el PBAE”, indicó Arce.

En el 2015 cuando comenzó esta categoría, sólo recibió el galardón Bagaces. Sin embargo, las que lideran por su continuidad y buenas prácticas son: Cañas y Hojancha.

“Este 2018 recibirán nota perfecta, de 100, Cañas y Hojancha. Por su parte, este año ya están inscritas las de Cañas, Carrillo, Hojancha, Liberia y Nicoya, para optar por el reconocimiento para el 2019”, afirmó Arce.

PBAE pese a ser un instrumento de evaluación que colabora con el progreso sostenible del medio ambiente del país, en lo que respecto a Guanacaste el panorama es próspero, pero continúa siendo deficiente, quizás a lo que se anhela, dado a que es una de las provincias de mayor desarrollo a nivel nacional.