En el marco de la Política de Ganadería Sostenible de Costa Rica y NAMA Ganadería hay 2.300 fincas adaptadas al cambio climático.
Como parte de la Política de Ganadería Sostenible, del Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Publica 2023 a 2026 y de la Política Pública del Sector Agropecuario al 2032, al día de hoy más de 2300 fincas ganaderas en todo el país desarrollan medidas de adaptación, mitigación y aumento de rentabilidad y, gracias a estos cambios, bajan sus costos, son más resilientes y los productores pueden desarrollar su actividad productiva en el territorio donde residen de una forma más eficiente y con bajas emisiones.
En sus fincas los ganaderos implementan medidas como pastoreo racional, fertirriego de purines y bioles, cosecha de agua de lluvia, establecimiento de banco forrajero, manejo de registros, mejoramiento de pasturas y ambientes protegidos, entre otras, con el fin de generar un cambio sustancial en la forma que los productores vienen trabajando y que lo realicen más adaptados al cambio climático.
Dentro de los resultados exitosos, las fincas NAMA Ganadería mejoran el tiempo de salida de los animales al mercado, tienen pasturas y forrajes de mejor calidad y en mayor cantidad, envían entre 1,4 a 1,8 toneladas de carbono por hectárea al suelo y mejoran la captura e infiltración de agua en el suelo.
Recientemente, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, publicó la primera evaluación mundial del carbono en el suelo de los pastizales (FAO Global assessment of Soil Carbon in Grasslands), en la cual se midió la base de referencia de las reservas de carbono orgánico del suelo a nivel mundial y se observó que el contenido de carbono orgánico del suelo en la capa de 0 a 30 cm de profundidad de pastizales aumentaba reteniendo 0,3 toneladas de carbono por hectárea (t C/ha) al año. (https://tinyurl.com/bd9e27ud)
Esto respalda el trabajo que viene desarrollando todo el sector ganadero nacional, mejorando la eficiencia de la mano de la rentabilidad económica y la sostenibilidad ambiental; como indica el estudio de FAO esta mejora en a la captura de carbono es importante en la adaptación al cambio climático y permite también visualizar mercados diferenciados para productos nacionales que sean libre de deforestación, bajos en carbono y que recarbonicen nuestros suelos.