- El Turismo es actividad de exportación en que los consumidores vienen al país
- Pérdidas del gobierno ascienden a más de $155 millones sólo en el IVA de las empresas turísticas que cerraron por falta de ayuda financiera estatal
Desde que entró en vigencia el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a diversas aristas del turismo nacional, muchas empresas han reportado pérdidas que se agravaron con la disminución de ingresos de turistas extranjeros.
El incremento paulatino del impuesto que estableció el ejecutivo se suma a la problemática financiera del turismo ya existente; en julio pasado el IVA se ubicó en 4%, mismo que será ajustado en julio de este año en 8% y cuyo último escalón se ubica en 13% para el 2023.
El candidato a Diputado por la Alianza Democrática Cristiana para la provincia de Guanacaste, Rodrigo Castro, ha señalado en reiteradas ocasiones cómo las directrices gubernamentales han afectado al sector, principalmente en las zonas costeras y rurales, “es necesario entender que el turismo en Costa Rica se diferencia de otros países por su biodiversidad, hablamos de su naturaleza principalmente, somos un destino turístico privilegiado en cuanto a su atractivo natural, lo que se puede aprovechar para posicionarnos como un destino post-covid, para descansar y sanar física, emocional y espiritualmente, y qué mejor manera de recuperar la salud que estar rodeado de las bellezas de nuestro país”, declaró.
Alto costo en costas
El turismo en Costa Rica es sinónimo de playa, para nadie es un secreto que las costas costarricenses son un paraíso natural, es por ello que la inclusión del IVA al sector turismo en plena pandemia, refleja no sólo el desconocimiento de las dinámicas y la estructura del sector más estratégico del país, sino, además, afecta el desarrollo de la actividad en toda su extensión, pues influye negativamente en toda la cadena de comercialización y sus encadenamientos. Para el candidato, “encarecer, aún más, los costos de operación es una mala señal para los turistas nacionales y extranjeros y refleja desconocimiento y desinterés en la reactivación socioeconómica de la Región Chorotega”.
Ante esta realidad los más afectados son las pequeñas y medianas empresas cuya capacidad de reacción se ha visto mermada, representando éstas aproximadamente el 90% del sector; empresas administradas principalmente por las familias propietarias y de las cuales más del 30% iniciaron con una amplia reducción de sus costos hasta no poder sostenerse más y se vieron obligadas a cerrar, lo que implicó no solo ingresos cero para ellos sino además para cientos de empleados y sus familias.
Castro sostiene que “Costa Rica tiene la carga tributaria y aportes a la seguridad social más alta de la región, los costos de la electricidad, el agua, los combustibles y la conectividad son astronómicos y esto le resta competitividad al país y al sector, lo que genera desempleo y migración hacia la informalidad, basta con ver las tasas de desempleo que aún se mantienen en niveles de casi 16% para los hombres y de un 18% en el caso de las mujeres quienes son las más afectadas en toda la provincia”.
Aunque es difícil precisar la cifra exacta de las pérdidas que se han generado con el cierre de las Mipymes, considerando que el turismo genera cerca del 10% del PIB lo que es equivalente a poco más de 4,000 millones de dólares en 2019 y practicante todas las actividades pagan el 13% del IVA, por lo que se estima que la suma asciende a los 155 millones de dólares solo en el impuesto al valor agregado. Esto sin contar los costos por renta, cargas sociales y otros impuestos.
Estas cifras alarmantes no parecen mejorar ante la poca comprensión de las autoridades de las implicaciones económicas que tiene el sector para el país, “el turismo, debemos entenderlo como una actividad de exportación de nuestros bienes y servicios, la única diferencia es que no enviamos los productos al exterior, sino traemos aquí a los consumidores, lo que agrega aún más valor a la producción”. Agrega que esto se evidencia en la inversión del dólar turístico en miles de emprendimientos y compañías que se dedican a prestar servicios a los turistas, que se ven positivamente impactados por los hábitos de consumo de quienes nos visitan.
La Asamblea Legislativa actual y futura debe trabajar y “emparejar la cancha” eliminando distorsiones y obstáculos que dificultan la sana competencia. “Quienes nos han representado están en deuda con la ciudadanía de Guanacaste y el turismo de Costa Rica, la provincia necesita ser representada por diputados que conozcan y se comprometan con un sector estratégico que tiene el potencial para generar bienestar y riqueza en todas las comunidades”, afirmó Castro.
Las cifras del Banco Central y del ICT demuestran claramente que es el Turismo el sector más afectado por la pandemia (COVID 19) y aunque en los últimos meses viene recuperándose aún no alcanza los niveles de visitación internacional previos a esta emergencia sanitaria. En el 2021 apenas se recibieron cerca del 40% de los turistas que visitaron el país en el 2019.
Las nuevas medidas establecidas por El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF) que miden la capacidad de pago de las empresas de acuerdo con sus ingresos actuales y no a los que generaban previo a la pandemia, imposibilitan la obtención de nuevos créditos que les permita mantenerse a flote y sostener el empleo mientras se alcanzan los niveles de recuperación total.
Si a lo anterior le sumamos que la nueva ley recientemente aprobada (aún no reglamentada) que crea el Fondo Nacional de Avales. Deja en clara desventaja al turismo para competir por los recursos económicos en igualdad de condiciones con otros sectores y muchos millones de dólares que, según han manifestado los empresarios turísticos, están ociosos en la Banca para el Desarrollo, que ha sido incapaz de generar las soluciones que el parque empresarial requiere, estamos condenando al sector a la NO reactivación y probablemente a un cierre definitivo de sus operaciones.
Es por ello que Castro plantea una serie de pautas a considerar para lograr la reactivación definitiva del sector:
- Revisar las directrices del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF). Los planes deben estar ajustados a las condiciones y circunstancia de cada caso.
- Darle posibilidades reales al Sistema de Banca para el Desarrollo para que se convierta en el instrumento que impulse y financie proyectos productivos.
- Un Fondo Nacional de Avales que verdaderamente apoye al sector privado en el proceso de reactivación, con créditos al alcance de sus posibilidades y necesidades que permita a los empresarios y emprendedores mantener el nivel de empleo y emprender la ruta hacia la reactivación en beneficio de los Guanacastecos.