"El próximo domingo 2 de febrero, nuestro país estará viviendo otra fiesta electoral, con la celebración de las elecciones de alcaldes y demás autoridades que regirán los destinos de los gobiernos locales.
Entre alcaldes, vicealcaldes, regidores, síndicos y otros funcionarios del régimen municipal costarricense, son más de seis mil personas las que saldrán electas en esta nueva oportunidad que nos ofrece nuestro sistema electoral, para elegir a las personas que administrarán los intereses y servicios locales en cada cantón, tal y como lo dispone la Constitución Política.
Fue a partir del año 1998, con el nuevo Código Municipal y otras reformas legales, que se establecen por primera vez las elecciones municipales para alcalde, separadas de los comicios nacionales, aunque todavía los regidores y regidoras, se elegían en las mismas elecciones para presidente, vicepresidentes y diputados.
Con apego a la nueva legislación, la primera elección separada fue en el año 2002, pero no fue sino hasta el año 2016 cuando todas las autoridades municipales, fueron electas de manera independiente en elecciones de medio período.
Fueron varias las razones que llevaron a cambiar el momento de elección de alcaldes, intendentes, regidores y síndicos. En primer lugar, para evidenciar la importancia que el funcionamiento de los municipios tiene en el sistema democrático costarricense, pero fundamentalmente, eliminarle ese papel de apéndice que tenía la escogencia de las autoridades municipales, frente a la importancia y relevancia de una elección nacional para escoger al Presidente de la República y los diputados de la Asamblea Legislativa.
Con la decisión de separar las elecciones nacionales de las cantonales, se buscaba involucrar más los electores en el proceso y escoger más selectivamente a los candidatos. El elector no votaría necesariamente por un partido político en particular y obligaba a los postulantes a confrontar sus programas y sus ideas de frente al electorado.
Ciertamente, a pesar de que ha habido un importante aumento de los partidos políticos participantes, en el año 2002 hubo un abstencionismo del 77 por ciento, en el 2010 de un 72 por ciento. Dichosamente en el 2016, la cifra disminuyó un poco para situarse en un 64 por ciento, y esperemos que esta tendencia se mantenga para las próximas elecciones.
Es por eso que, desde esta Asamblea Legislativa, dejando de lado las banderas políticas, hago un respetuoso y cordial llamado a las y los costarricenses, para que participen y acudan a las urnas el domingo 2 de febrero y ejerzan ese sagrado derecho que es el sufragio y puedan escoger a las personas que serán encargadas de gerenciar y administrar los intereses y servicios locales en cada cantón.
La democracia nos da esta oportunidad y no debemos desaprovecharla. En nuestras manos está valorar cada candidatura y escoger la que mejor convenga, de acuerdo con nuestro propio criterio.
No debemos subestimar estas elecciones, pues se trata del entorno geográfico y poblacional más inmediato que tenemos, y escogiendo a los mejores, tendremos mayores posibilidades de alcanzar mayores niveles de bienestar en nuestras comunidades.
Celebremos la fiesta electoral el próximo domingo 2 de febrero. Sea como sea, desde lo local, nos va a afectar positiva o negativamente. Lo importante es participar y decidir.
Vamos todas y todos a votar este 2 de febrero".