Desde la crisis económica del 2009, Costa Rica ha tenido dificultades para mantener un crecimiento sostenido a través de los años, limitando la generación de oportunidades laborales, el ingreso para los hogares y por ende, influyendo en la desaceleración financiera del país.
Según el Informe del Estado de la Nación 2019 (IEN), a pesar de que la situación es distinta dependiendo del lugar, la Región Chorotega, registra la mayor desaceleración económica entre el 2016 y el 2017, junto con el Pacífico Central y la región Huetar Norte.
A pesar de que para el 2017 estas zonas perdieron más de la mitad del crecimiento con respecto al año anterior, lograron mantener un cierto nivel de dinamismo, en un rango de entre el 1,5% y el 2,5%, por debajo del promedio nacional. Durante este año, Guanacaste logró recuperar un poco la contracción experimentada en el 2016. Sin embargo, su crecimiento se mantuvo por debajo del promedio.
Algunas de las causas que afectaron su comportamiento, se destacan por ejemplo, que durante las últimas tres décadas, el país experimentó una baja productiva en el sector agro. Según las estadísticas de Cuentas Nacionales del BCCR, entre 1991 y 2012, la actividad agropecuaria en el PIB se redujo del 13% al 6%, mientras que el sector de servicios se fortaleció de un 28% a un 49%, afectando en su mayoría el panorama nacional.
Para estas regiones, el desempeño de las empresas es determinante para la generación de oportunidades que estabilicen el sector productivo, sin embargo, la desaceleración económica también se reflejó una disminución en el número de patentes municipales otorgados, afectando dicho desempeño productivo.
Para el 2018 se registró un porcentaje de -0.8%, cuando lo normal ha sido de 0.66%; tales datos representan el cierre de negocios u operaciones de ventas. Lo más alarmante es que el sector comercio, es la actividad económica más importante para las regiones rurales; en la Chorotega por ejemplo, el comercio representa un 24%, el porcentaje mínimo nacional.
Desempeño económico de Guanacaste
La Región Chorotega junto con el Pacífico Central, forman parte del grupo de regiones que están estrechamente vinculadas al turismo, y en donde dicha actividad económica representa un 20% en alojamiento y un 15% en el sector de restaurantes, según el IEN.
A pesar de que la actividad turística se ha ido recuperando de forma paulatina desde el 2018, entre el 2016 y el 2017, el dinamismo de estos servicios (alojamiento y restaurantes) bajó de 10% a 1% en la provincia y afectó su demanda.
“Estos resultados coinciden con el desarrollo hotelero en esas zonas, ya que, de acuerdo con el ICT (2018), el 56% de la oferta de habitaciones está concentrado en Puntarenas y Guanacaste. Además, en estas regiones destacan diversas actividades agrícolas, como la cría de ganado vacuno, el cultivo de melón y la siembra de arroz en la Chorotega…Su industrialización contribuye en un 11%”, cita textual del IEN.
En Guanacaste, otro sector relevante que resalta el IEN, es el catalogado como "Otros secundarios", y se refiere a actividades de construcción de edificios y al suministro de energía eléctrica, gas y vapor. Este sector aporta un 15% de la producción total.
De acuerdo con las estadísticas del BCCR, entre 2016 y 2017 el sector comercio a nivel nacional y el de mayor volumen de ventas en la economía del país, redujo su crecimiento de un 4,2% a un 3%. A pesar que la provincia es parte de las regiones con mayor desaceleración económica a nivel país, el sector comercio en Guanacaste, tuvo una mejora de un 5% por encima del promedio nacional a diferencia de las demás regiones.
El fomento productivo debe enfocarse según el territorio
Según el IEN 2019, las dificultades que tiene la economía para generar encadenamientos productivos y multiplicar el empleo, especialmente en el mercado interno, evidencian un problema más allá de la reactivación económica a nivel país.
Por ejemplo, un estímulo al sector turismo y demás sectores del agro para la Región Chorotega, tendría un impacto mucho mayor para la provincia.
“Es necesario poner en marcha una política de fomento productivo que no solo logre aumentar el crecimiento de forma sostenida, sino que también mejore la capacidad de los sectores para encadenarse y crear oportunidades laborales... Las diferencias existentes en las estructuras productivas de las regiones deberían considerarse como un factor central en el diseño e implementación de una política de fomento productivo con enfoque territorial”, cita textual IEN 2019.