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Para hacerle frente al fenómeno, el Gobierno de la Republica anunció que el Fondo Verde del Clima (FVC), donó más de 1 600 millones de colones para trabajar en la prevención de los efectos provocados por el cambio climático.
Para hacerle frente al fenómeno, el Gobierno de la Republica anunció que el Fondo Verde del Clima (FVC), donó más de 1 600 millones de colones para trabajar en la prevención de los efectos provocados por el cambio climático.

Autoridades gubernamentales trabajan en planes preventivos que permitan mitigar los efectos de la sequía en la región

Autoridades gubernamentales trabajan en planes preventivos que permitan mitigar los efectos de la sequía en la región

A partir de la última quincena de noviembre del 2018 y hasta mayo del 2019, el fenómeno ENOS, más conocido como El Niño, está en su etapa de transición; y aunque su llegada aún no es oficial, los pronósticos indican que habrá una estación seca más severa y extensa, y un posible retraso en el co­mienzo de la época lluviosa.

El Niño, es un evento climático y oceá­nico que tiene su origen en las aguas del Pacífico y cuando su temperatura calienta en 2 o 3 grados más de lo normal, el efec­to pasa a la atmósfera y se convierte en un fenómeno global. Sus efectos varían según la zona, dando paso a lluvias in­tensas en el Caribe y déficit de éstas en la costa pacífica.

“El fenómeno aún no se manifiesta en su mayor intensidad, por el momento la temporada seca coincide con la sequía. El problema se da una vez iniciadas las llu­vias, en donde el Niño comienza a gene­rar una distorsión en el clima, el invierno comienza más tarde y no llueve en forma pareja a lo largo de todo el mes de mayo principalmente”; argumentó Luis Fer­nando Alvarado, meteorólogo del depar­tamento de Climatología e Investigacio­nes, del Instituto Metereológico Nacional (IMN).

Según índices del Ministerio de Agricul­tura y Ganadería (MAG), en Costa Rica la sequía tuvo mayor afectación entre el 2014 y el 2016, tiempo en el que se ge­neraron pérdidas de hasta $30 millones, principalmente en el sector agropecua­rio.

En Guanacaste, los efectos de este fenó­meno repercuten desde el año 2017, épo­ca en que la precipitación no tuvo el nivel esperado, sumado a esta situación, no hubo una recarga en los mantos acuífe­ros, tampoco en los ríos, ni se mantuvo el nivel de agua subterránea necesaria, por lo que afectó la disponibilidad de aguas y como consecuencia al sector agrícola, productores y ganaderos.

“En esta zona, los efectos son muy fuer­tes aún si el Niño se presentara como un fenómeno débil. Todo el panorama está relacionado con un inicio tardío de la temporada de lluvias, dando paso a una sequía. La región Chorotega siempre tiene ese impacto por sequía caracterís­tico de aumento de temperaturas, mayor radiación solar y menos precipitación de lluvias”, agregó el meteorólogo.

Los expertos indican que, aunque este es­cenario es típico de la época, sí se está percibiendo un verano más fuerte e in­tenso de lo normal. Sin embargo, si éstas condiciones persisten hasta mayo, habrá una irregularidad en la fecha de inicio de la temporada de lluvias, retrasándola has­ta en dos o tres semanas más, lo que aler­ta a las autoridades a velar por el bienes­tar de la población.

“Hay productores que están preparados para producir en invierno y época seca, pero no todos lo hacen y se reduce la pro­ducción de carne y leche, por ejemplo, o cultivos perenes. Hay productores que no tienen alimento para sus animales du­rante el verano, debido a limitaciones de agua o financiero”, comentó Oscar Vás­quez, director regional del MAG.

Dada la situación el Gobierno ha esta­blecido la directriz para que las distintas autoridades estatales, desarrollen pro­gramas enfocados a la divulgación de información, capacitación y aplicación de alternativas que permitan mitigar los efectos causados por la sequía.

Planes de acción para la pro­vincia

Para hacerle frente al fenómeno, el Go­bierno de la Republica anunció que el Fondo Verde del Clima (FVC), donó más de 1 600 millones de colones para traba­jar en la prevención de los efectos provo­cados por el cambio climático. Esta do­nación se destinó a los 20 municipios con los cantones más vulnerables del país, de los cuales Santa Cruz, Nicoya y Cañas corresponden a la región Chorotega.

La estrategia consiste en instar a las mu­nicipalidades a trabajar en planes regu­ladores adecuados, mediante capacita­ciones sobre tecnologías, alternativas y reconocimiento de las zonas que serían las más afectadas según los pronósticos.

El Gobierno trabaja además en el Pro­grama de Financiamiento, Fomento y Encadenamiento Productivo del sector ganadero, para atender a zonas rurales, e incluyó 5 210 millones de colones para que el MAG y sus diferentes estancias puedan atender los efectos de la sequía durante este año.

“Se sabe que Guanacaste es la provincia más seca de todo el país, por eso se viene trabajando desde hace años en acciones que promuevan la producción de gana­dería y agricultura bajo modelos soste­nibles, que permitan mantener buenas condiciones en la época de verano me­diante estrategias que se efectúen desde el invierno”, comentó Oscar Vásquez, di­rector regional del MAG. Por ejemplo, la institución insta a la implementación de sistemas de riego que utilicen el agua de forma eficiente, tanto para producción de forrajes en las fincas, para pastos de corte como el maíz o pastos gigantes para el caso de ganadería.

Además, recomienda el uso de módulos de bombeo con energía fotovoltaica, es decir, con paneles solares y con molinos abiertos que permiten automatizar el rie­go, captar la radiación solar, generando mayores beneficios en pro de pequeños productores. El sistema de captación de agua de lluvia es otra tecnología que se impulsa con el fin de almacenar el agua en tanques desde la época de invierno y así poder contar con este recurso de for­ma permanente.

Con respecto a la ganadería se ha tra­bajado en sistemas hidro pastoriles, que combinen la producción de ganado en fincas que tengan más árboles y donde se protejan las nacientes. Y en cuanto a agri­cultura desde hace tres años el MAG ha entregado semillas para unas 3000 hectá­reas, y se ha comenzado a sembrar café, naranja, frijoles, mandarina, como otra alternativa para el verano.

“Se ha propiciado un cambio en muchos productores, y se han vuelto más cons­cientes. Ellos saben que, si siguen tra­bajando igual que desde hace 30 años, los efectos de la sequía serán más fuer­tes para ellos. La respuesta es interesan­te porque quienes están comprometidos asumen cambios, a pesar de las limitantes económicas y de las fincas que puedan te­ner, hacen el esfuerzo por estar prepara­dos”, finalizó el director del MAG.

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