La celebración del Día Nacional del Servidor Comunitario el pasado 28 de octubre se convirtió en el espacio perfecto para reconocer la labor desinteresada que ejercen mujeres y hombres que a lo largo y ancho del país para mejorar la realidad económica y social de sus comunidades.

La determinación de las Asociaciones de Desarrollo aunado con el financiamiento de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad ha hecho posible que en los últimos 13 años las organizaciones de desarrollo ejecutaran 2600 proyectos para un total de ¢51 000 millones invertidos.

En Guanacaste operan más de 200 Asociaciones de Desarrollo las cuales han enfocado sus esfuerzos a impulsar proyectos viales, ambientales, sociales que mejoren la calidad de vida de sus comunidades.

Estas asociaciones trabajan de forma voluntaria y desinteresada con el único objetivo de generar desarrollo y transformar sus barrios mediante proyectos de alto impacto socioeconómico, cultural y ambiental.

“El movimiento comunal costarricense es la mayor plataforma social existente en el país y la única con presencia en barrios y vecindarios, es el movimiento social que conoce de primera mano la realidad de su entorno y debemos fortalecerlo”, explicó Franklin Corella, directo de DINADECO.

En el caso de Guanacaste, el Plan Regional Chorotega para el Desarrollo de la Comunidad es la guía de referencia para las asociaciones de desarrollo específicas, las instituciones nacionales y locales, sobre líneas de acción que desde lo local y comunal se pueden impulsar.

Asimismo, se ha dado un impulso a la generación de las alianzas público-privadas las cuales son claves en el logro de consensos para la formulación e implementación de iniciativas de desarrollo, lo cual contribuye a pasar de las acciones aisladas a las intervenciones de impacto colectivo.

De acuerdo con Corella a través de esta figura es posible generar encadenamientos productivos, inversión social productiva y participación de las fuerzas sociales de las comunidades.

En la Región Chorotega, los grandes desafíos se centran en la mejora de la infraestructura vial, principalmente en comunidades, desarrollo de infraestructura deportiva y recreativa, la deforestación, poco acceso al agua potable, capacitación de la mano de obra, infraestructura educativa, entre otros.

Bajo esta realidad, los proyectos que se están llevando a cabo las uniones cantonales con el soporte de DINA- DECO se dirigen en infraestructura, capacitación, ambiente y logística; iniciativas alineadas con los ejes de trabajo que impulsa esta dirección: desarrollo comunal, desarrollo territorial y economía social solidaria.