Desde hace tres años, la sede del Banco de Alimentos de Costa Rica, localizada en la provincia de Guanacaste, ayuda a mejorar la calidad de vida de unas 3.000 personas a través de 52 organizaciones sociales debidamente inscritas.
Del total de personas beneficiadas por el Banco de Alimentos, el 47% es población infantil (1390 personas), además, se brinda ayuda a organizaciones que atienden a adultos mayores (137 personas); cuadros de alcoholismo, situación de calle y farmacodependencia (133 personas); familias en condiciones de pobreza (562 personas) y población variada (736 personas de organizaciones que atienden varios programas).
La sede, ubicada en la comunidad de Huacas del cantón de Santa Cruz concentra sus esfuerzos por brindar alimentos y productos de primera necesidad a aquellas personas que viven enpobreza y exclusión social. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares 2017, realizada por el INEC, en la Región Chorotega, el 22.4% de la población vive bajo la línea de la pobreza.
Para Francia Linares Orozco, Directora Ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica, el hecho de tener una sede en la provincia guanacasteca es un reflejo del esfuerzo que hace la organización por colaborar en la mayor cantidad de zonas en el país.
“En el Banco de Alimentos de Costa Rica trabajamos para que cada vez más personas que viven en condiciones de vulnerabilidad y pobreza reciban alimentación digna y que eso pueda impactar positivamente en su calidad de vida. Identificamos en Guanacaste la necesidad que tenían organizaciones que requieren nuestro impulso y colaboración para llevar alimento y beneficiar a personas que realmente lo necesitan”, expresó.
Compromiso con el ambiente
Además del compromiso hacia las organizaciones y sus beneficiarios, el Banco de Alimentos de Costa Rica reitera su compromiso con el ambiente. Por mes, se rescatan cerca de 24 toneladas de productos, los cuales no fueron comercializados pero que están en perfecto estado para el consumo humano.
“Por semana, se visitan 55 puntos de venta de las provincias de Guanacaste y Puntarenas, que donan alimentos y productos de primera necesidad que no se vendieron y que pueden ser aprovechados” manifestó Linares.