• Con más de 30 años en labores académicas, la docente se constituyó en la primera representante de las Sedes Regionales que ha presidido el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica.

Erika Fernández Cordero
Periodista

Mireya Hernández Faerron, una docente destacada con una amplia trayectoria profesional, se ganó el respeto, reconocimiento, estima y admiración de sus alumnos, docentes, amigos y compañeros.

“Su inspiración y estímulo para ejercer la docencia como profesión nace a través de sus padres, ambos modelos de maestros y seres humanos. Su ejemplo, la obligó a ser una buena educadora, por lo que siempre encontró en el saber un atractivo para la vida”, indicó la Profesional en una entrevista a Periódico Mensaje.

“Desde niña ya tenía sed de aprender y enseñar, sus juegos favoritos era el de jugar de maestra, leer libros y Enciclopedias como el Tesoro de la Juventud donde contenía temas de ciencias, geografía, historia, humanidades, arte, cuentos, leyendas. Este aprendizaje, lo compartió con su hermano quienes “jugaban, aprendiendo” por medio de competencias de quien respondía primero de temas como: los ríos más grandes del mundo, repúblicas democráticas existentes, desiertos en el mundo, las corrientes oceánicas, etc.” Explicó la Académica. Luego agregó: “En esa época no existía la televisión ni había facilidad de acceso a la radio, por lo que los juegos eran más educativos y promovían la lectura.”, expresó la Académica.

Su hermano y ella siempre se destacaron en sus buenas calificaciones como estudiantes. El ambiente profesional, casero y político de su hogar le favoreció. Su papá y mamá se destacaron en lo profesional como docentes. Por su parte, su padre, Félix Herrera ganó una beca por mérito propio en la reconocida la Escuela Omar Dengo, dirigida en ese entonces por excelentes educadores como Roberto Brenes Mesén, Omar Dengo, Arturo Torres.  También su mamá, Aurora Faerron Castrillo; fue maestra distinguida que trabajo en el área de cursos especiales del MEP. También escribió expresiones literarias que se aplicaban en las escuelas en sus actividades de importancia a la comunidad.

La docente Mireya, realizó los estudios secundarios en el Colegio de Señoritas, gracias a una beca que obtuvo por sus buenas calificaciones y a su papá. En esa época, no existía colegios en Guanacaste, por lo que tuvo que trasladarse a San José, con grandes sacrificios para continuar sus estudios.

“El Colegio Superior de Señoritas, una institución muy destacada con grandes intelectuales docentes de la época, que la inspiraron también en ser una buena educadora. Asimismo, recordó con orgullo las actividades culturales del Colegio de Señoritas y a su entonces a su profesor, Carlos Enrique Vargas, quien le enseño apreciar a los grandes clásicos del Renacimiento”, destacó la Profesora.

Sus primeros pasos en la docencia los dio en la Escuela Ramiro Aguilar, donde se desempeñó como maestra de Primaria (1948-1949). Posteriormente fue Profesora de Historia y Geografía del Colegio Superior de Señoritas, de la Escuela Normal de Heredia y del Instituto de Guanacaste.
 

Anécdotas y satisfacciones

Según cuenta la académica fueron muchas las anécdotas de su vida como estudiante y profesora, la cuales le llenan de mucha satisfacción.

Como guía de estudiantes, organizó paseos a otras zonas del país, como Limón, Golfito, San José. Estas experiencias fueron muy enriquecedoras por la vivencia de conocer y aprender de otros destinos del país, desde su geografía, historia, cultura y la convivencia intercultural con otros estudiantes.

“Fui una docente comprometida con los estudiantes, no faltaba a clases, y los sábados los dedicaba a preparar a mis alumnos para el bachillerato. Este tiempo me daba mucha satisfacción. Era una época que había mucha necesidad económica y se requería esfuerzos extraordinarios, por ejemplo, había casos de alumnos que tenían que vender periódicos, para poder costearse sus estudios, pero lo hacían con esmero, porque valoraban la oportunidad de estudiar. Desde mi punto de vista había mucha estima, respeto entre alumno y maestro”, informó la Profesora.

Como alumna de secundaria se destacó en 5to año en la clase de Mecanografía, donde ganó Medalla de Oro.¡Era rápida y le encantaba! También obtuvo el segundo lugar en curso literario que la eximió de la prueba de bachillerato escrita.

La docente formo parte de muchos grupos de Profesionales, por ejemplo: Mujeres Universitarias quien por unos años ejerció de presidente (Federación Internacional de Mujeres Universitarias - FIMU) que tenían convenciones en todas partes del mundo donde le tocó en a mediados de los años 70 representar a las costarricenses en Vancouver en Canadá. Federación Centroamérica de Mujeres Universitarias, Club Rotario de Liberia, Grupos de Amigas del Bachillerato y de la Universidad se reunían para obras de servicio social y de Fraternidad. Formó parte del directorio ejecutivo del PLN, quien ejerció como presidenta y vicepresidenta.
 

Trayectoria en Profesional en la Universidad de Costa Rica

Con más de 30 años en labores académicas, la Licda. Mireya Hernández Faerron se constituyó en la primera representante de las Sedes Regionales que ha presidido el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica.

Su trayectoria en esta institución fue muy amplia. En 1962 se inició como profesora de Historia de la Cultura en la Escuela de Estudios Generales y desde entonces desarrollo su labor docente-administrativa, tanto en la sede Rodrigo Facio, como en la Sede Regional de Guanacaste.

Entre los cargos desempeñados se destacan: directora del Centro Regional de Guanacaste (1974-1977). Miembro y presidenta del Consejo Universitario (1977-1981), Vicerrectora de Acción Social (1981- 1985) y viceministra de Educación (1989-1990)

Como parte de su labor docente de la UCR, la académica también coordinó las Cátedras de los Fundamentos Históricos y Filosóficos de la Educación (1966-1972),
así como los Estudios Generales en la Sede Regional Guanacaste (1972-1974)

Esta Profesora Emérita, es coautora de una serie de publicaciones, entre las que sobresalen: “La Guanacastequicidad de Nicoya. Su reintegración administrativa”, “Monografía del cantón de Carrillo”, “Aspectos Cualitativos de la Educación Costarricense”, y “Presbítero Fernando González Saborío. El apóstol de la alegría “(2015), cuya realización crítica la realizó el Lic. Miguel Fajardo Korea.

Aprendiendo y disfrutando oportunidades fue desarrollando la docencia, con mucha mística y amor por sus estudiantes.

Lo que más le dejo la profesión: leer, aprender y seguir enseñando.

La Licenciada concluyó: “Elogio el progreso científico, tecnológico de la educación, el acceso a la comunicación. Asimismo, estos avances conllevan nuevos retos en las metodologías de enseña para el sector educación, por lo tanto, es deber del maestro estar a la vanguardia. Lamenta que cada vez hay menos relación humana estudiante- profesor ocasionada en parte por la virtualidad, la cual considera importante, pero jamás debe sustituir la relación humana”.