En Ciudad Blanca ocurrieron muchos acontecimientos importantes, uno de ellos fue la llegada de un joven sacerdote; originario de la ciudad de Alajuela, quien llegó a Liberia dejando un legado de amor, caridad y solidaridad a los liberianos.
La creación del Colegio Santa Ana es la herencia más palpable. Su fidelidad a la caridad y su compromiso en construir una sociedad más justa y fraterna, lo impulsó a crear una institución educativa que formará a los niños y jóvenes de Liberia con valores basados en responsabilidad, trabajo, alegría, sencillez y libertad.
Periódico Mensaje quiso rendir un tributo a este sacerdote, quien llegó a Liberia un 22 de diciembre de 1951, como Coadjutor del Padre Campos. Desde su llegada González investigó los nombres de los hacendados y las personas influyentes para que les ayudara con su misión pastoral. Su carisma y bondad coadyuvo a irse ganando la confianza y cariño de sus vecinos.
¿Quién fue Fernando González Saborío?
Su nombre completo de Fernando Antonio Eleuterio de Jesús González Saborío, nació en Alajuela un 18 de abril de 1927, hijo mayor del matrimonio de Emilia Saborío y Francisco González.
Sus hermanos menores Rodrigo, Mario, David y Claudia. Fernando cumplía el papel de hermano mayor.
Claudia González Saborío, hermana del padre González Saborío, compartió con periódico Mensaje, que su hermano se caracterizó por: “él toda la vida siempre estuvo muy apegado a su abuela, iba a misa y participaba activamente en las diferentes actividades religiosas, él fue un hombre muy serio y responsable con sus deberes”.
Luego, agregó: “tenía una gran devoción a San Juan Bosco (Patrono de la juventud), a la edad de 5 años los padres de Fernando lo matricularon en el kínder de María Auxiliadora en Alajuela, esta formación dirigidas en este entonces, por, Sor Rosario Quesada y Sor Ema Prado, coadyuvaron a florecer sus valores religiosos, espirituales y humano de mi hermano Fernando”
Una característica muy peculiar era su actitud alegre. En la adolescencia fue fortaleciendo su devoción, lo que lo conllevó a la Cofradía de San Juan Bosco, con sus hermanos, primos y vecinos.
Monseñor Juan Vicente Solís fue el guía espiritual de González y fue uno de los propulsores que lo motivo en su camino al sacerdocio.
Fernando, inició su vida sacerdotal, cuando empezó sus estudios de Derecho pero Canónico.
La creación del Colegio Santa Ana
Las Hermanas Anita Martínez, Carmen Rodríguez y Margarita Betancourt de la Caridad fueron la primeras que acudieron al llamado del Padre González.
Su llegada a Liberia fue el 11 de febrero de 1957, para a iniciar el proyecto educativo (Colegio Santa Ana) que forjó un espíritu de caridad y de amor en los lugareños. Lamentablemente, después meses de la llegada de las hermanas, fallece el Sacerdote Fernando González Saborío, propulsor del proyecto. Sin embargo, las hermanas le dieron continuidad al proyecto y el 26 de octubre, de ese mismo año se juramentó a la primera Junta Directiva del Internado Fernando González Saborío, en la Gobernación (hoy Colegio Santa Ana), ante la presencia del Gobernador Don Otoniel Vega y personeros de la iglesia católica.
En 1963 se realiza la primera graduación de educación primaria y en 1969 se inició con la educación secundaria y en 1973 extendió a quinto año de colegio y la primera generación de Bachilleres en Educación Media.
Como la obra fue creciendo debieron buscar un lugar apto para la construcción del colegio y gracias a Adelita Rivas de Alvarado, cedió un terreno ubicado 2 kilómetros de la ciudad de Liberia sobre la Carretera Interamericana, donde se edificó las modernas instalaciones de la institución educativa; con la dirección de la Hermana Virginia Naranjo.
Muchos estudiantes, egresados y personal administrativo se muestran muy orgullosos por la labor realizada de este sacerdote, por lo que cada 21 de agosto, le rinde un tributo al quien fuera en vida el fundador de la institución; conocido como “Apóstol de Alegría”.