Josué Quedo López, jugador del Municipal Liberia: “Dios cumple sueños, pero debemos de esforzarnos hasta alcanzarlos”

Tras dificultades económicas, familiares nunca ha dejado de creer y confiar “Dios cumple sueños, pero debemos de esforzarnos hasta alcanzarlos”, expresó Josué David Quedo López, uno de los jugadores nuevos del Municipal Liberia.

Este joven con 23 años, es padre; cabeza de familia y trabajador de jornada nocturna para poder dividir su tiempo y dedicar horas a una de sus pasiones “El Futbol”.

Josué quien suda la camiseta #7 del Municipal Liberia, tiene claro sus objetivos; los cuales se complementan entre servir a Dios, luchar por su familia y trabajar muy duro por sus sueños. Desde niño “juega bola”. Sin embargo, la falta de recursos financieros lo han llevado a dejar las canchas por intervalos de tiempo ya que no puede dejar de trabajar para llevar el sustento a su hogar y en ocasiones por estudio no podía continuar en un equipo.

En la actualidad trabaja como empacador industrial en la Hacienda El Pelón de la Bajura y agradece la flexibilidad de horarios que le brindan para poder ejercer ambas funciones en el transcurso de los días.

Experiencia futbolera

Aunque desde pequeño ha participado en escuelas de futbol como parte de sus pasiones y el apoyo incondicional de la familia, tuvo que dejar una visoria de la Liga Deportiva Alajuelense por falta de dinero ya que por tres semanas debió viajar continuo desde Liberia y económicamente era insostenible por lo que una vez más a sus casi 13 años tuvo que poner pausa a sus sueños y continuar en proyectos locales.

Para Josué todas esas vivencias no han sido en vano, pues ahora que está en segunda división el considera que una de las fortalezas es la unión de equipo y la identidad al contar con la mayoría de sus integrantes provenientes de Guanacaste.

Principales retos

El equipo sigue atravesando un proceso económico difícil y aunque la mayoría son jugadores muy jóvenes, el principal reto es llegar a sorprender y “dar un Zarpazo” como dice Quedo. Aun ellos deben de luchar porque la afición confié más.

A sus 23 años Josué vive un sueño, pero un sueño que apenas está construyendo ya que él trabará para ascender con el equipo y “nunca darse por vencido, porque un sueño es responsabilidad de uno mismo y es fruto del esfuerzo y disciplina” agregó.