La luz eléctrica llegó en la década de 1940, cuando Francisco Mayorga instaló una planta eléctrica, al poco tiempo se empezó a sustituir los faroles de canfín por los bombillos incandescentes. Con ello también en las viviendas se hizo presente el progreso y se comenzaron a desechar las candelas, candiles y lámparas de carburo.
En el gobierno de Otilio Ulate Blanco (1949- 1953) inició los trabajos, que condujeron a la inauguración de la Carretera Interamericana.
La primera empresa de buses de servicio público perteneció a Eduardo Arata.
En acta del 25 de abril de 1854 el pueblo de Guanacaste se dirigió al Congreso de la República pidiéndole que sustituyera el nombre de la provincia por el de Moracia, honrando así la mítica figura del querido héroe popular Juanito Mora. Tal solicitud se atendió y aprobó el 29 de mayo. Pero solo seis años después, al ser fusilado en Puntarenas el presidente Mora por sus opositores políticos el 30 de setiembre de 1860, se le arrancó a la región chorotega el nombre de Moracia, imponiéndosele para siempre el de “Guanacaste” (sin el artículo El), y a su cabecera el de “Liberia”, único recuerdo que quedó de aquella gesta libertadora de 1856, que había marcado de orgullo regional y patriótico a los pueblos guanacastecos que vieron desfilar con las armas y discursos a los personajes más importantes del país.
Años después varias poblaciones rurales liberianas tuvieron que luchar y levantar los cuchillos para apropiarse legalmente del territorio que ya habitaban, tal fue el caso de los campesinos de Cañas Dulces, que se enfrentaron a la policía que protegía a los poderosos hermanos Hurtado en 1920, siendo varios campesinos apresados un mes de setiembre.
También recibieron tierras del Gobierno después de sendas luchas las poblaciones de Quebrada Grande y Guardia en 1929, al igual que los de la finca La Chocolata y El Viejo en 1934.
El 19 de setiembre de 1937 se dio la injusta detención y el encarcelamiento del famoso político y Doctor Francisco Vargas en Liberia. Los pobladores, mayoritariamente las mujeres, presionaron durante la noche y rodearon la cárcel, amenazando con destruirla, hasta lograr su liberación definitiva.
El 8 de diciembre de 1937 se lanza al aire el más valiente grito de protesta contra los corruptos gobernantes de la época, bajo el liderazgo del Doctor Vargas, quien logró movilizar el pueblo y congregar a más de cinco mil jinetes en Llano Grande de Liberia, quienes bajo el lema de ¡VIVA VARGAS! hicieron temblar la pampa por varios años: este fue el verdadero grito de la independencia de Guanacaste.