- En el Día Mundial del Medio Ambiente, la biodiversidad del país representa una importante fuente de estudio para los ambientalistas.
Por Silleny Sanabria Soto.
Cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, con el fin de sensibilizar a las personas sobre la delgada línea que existe entre el desarrollo humano y la conservación del planeta.
Durante muchos años se consideró al medio ambiente como una fuente inagotable de recursos, pero hoy en día se reconoce que existe un delicado equilibrio entre el entorno y el hombre. Es por ello por lo que la educación ambiental viene a crear conciencia en todas las personas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, de proteger la flora y la fauna de sus localidades y sumarse a las iniciativas mundiales.
Costa Rica es considerada internacionalmente como un destino en la educación ambiental globalizada, y así lo demuestra los cientos de publicaciones de estudiantes internacionales que realizan sus estudios en los bosques, playas y volcanes del país. Según un estudio de la Universidad Nacional, al 2015, un 3% del total de estudiantes estadounidenses que viajan al extranjero para tener una experiencia ambiental educativa, lo realizan en Costa Rica, y dicha tendencia sigue en crecimiento.
“La abundancia de hábitats, expertos, bibliotecas, laboratorios, otras facilidades y décadas de gran estabilidad sociopolítica, hacen de Costa Rica una estación experimental ideal para aquellas personas interesadas en aprender sobre los biodiversos ecosistemas tropicales”, cita textual del informe.
Según la UNA, actualmente la mayoría de los programas de enseñanza universitarios internacionales, mezclan tanto instructores como estudiantes internacionales con nacionales, permitiendo un mayor enriquecimiento no solo desde la perspectiva ambiental sino también desde la sociocultural.
Por su parte, en el agro paisaje del Área de Conservación Guanacaste (ACG), en zonas fuera del área protegida, constantemente se planifican y se ejecutan actividades de sensibilización teniendo como eje principal la Educación Ambiental; ya sea en centros educativos, comunidades, empresa pública y privada, identificadas como prioritarias para desarrollar pequeños proyectos para la conservación y protección del ambiente.
Algunas actividades que se desarrollan en este programa son: separación de desechos, manualidades con materiales de desecho, talleres y charlas, gestión de proyectos con comunidades inmersas dentro de los corredores biológicos, participación en ferias ambientales.