- Se mantiene un estado de vigilancia para el último trimestre del año
Ganaderos guanacastecos deben estar atentos sobre las condiciones del clima y los cambios de temperatura
El pacífico norte (Guanacaste) experimentará un incremento de un 20% en las lluvias en el trimestre de setiembre a noviembre, lo cual representa una alerta para la actividad ganadera de la región.
Según la información del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) el país está finalizando una fase neutra que daría paso a la fase La Niña, afectando con mayores precipitaciones al Pacífico Norte (+20%) Pacífico Central (+25%), Valle Central (+15%) y Pacífico Sur (+15%).
Ivannia Mendoza, Ingeniera Agrónoma Zootecnista, Promotora de la Corporación Ganadera (CORFOGA) en la Región Chorotega insta a los productores a mantenerse informados para realizar labores de manera planificada de acuerdo con las condiciones y vulnerabilidad de las fincas ante eventos de mayores precipitaciones.
Por ejemplo, las zonas de bajura se anegan rápidamente los animales no pueden pastorear y corren diferentes peligros. Mientras tanto en las zonas quebradas de la provincia las condiciones lluviosas provocan erosiones importantes, pérdidas de áreas y en algunos casos cierres de caminos, lo cual perjudica en general el transporte de animales y de productos en la finca.
La promotora de CORFOGA señala que la inestabilidad en el clima ha generado problemas en la planificación y ejecución para el establecimiento y cosecha de algunos productos que utilizan los ganaderos, como el maíz, forrajes y los henilajes lo que afectará la disposición y el aprovechamiento de la producción de los forrajes que se utilizarán en verano.
¿Qué se recomienda a los productores ganaderos? Lo primero es que se mantengan informados, las instituciones relacionadas al sector mantienen canales de comunicación con información actualizada sobre la situación climatológica.
Otras recomendaciones:
- En estos meses mantener a los animales en las zonas menos vulnerables de la finca.
- Realizar un inventario del ganado, con la prevención de enfermedades al día y prestar especial atención a la prevención de la plaga del gusano barrenador.
- Tomar en cuenta la experiencia acumulada para enfrentar el cambio climático, tanto en las épocas de mayores precipitaciones como en las de sequías.
- Monitorear constantemente la red hídrica, áreas de descanso o de encuentro con abrevaderos existentes en cada finca, para tomar acciones entre la distancia que recorren los animales para llegar a las fuentes de agua el estado de los callejones y caminos y la posibilidad de caída de árboles y erosiones que puedan ocurrir en estos.
- Planificar todas las labores de manejo de los animales en el corto, mediano y largo plazo realizando ajustes preventivos.
La falta de planificación puede ser un factor negativo en la actividad ganadera. Lo correcto sería que el productor tenga planificado desde ya el año 2025 y porque no también el 2026. El ganadero no debe vivir en la emergencia, sino en una planificación a mediano y largo plazo, señala Ivannia Mendoza, promotora de la Corporación Ganadera en la región Chorotega.