Personas que padecen de asma, bronquitis crónica, rinitis y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), deben cumplir puntualmente con el tratamiento de forma permanente y no suspenderlo.
Especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), hicieron un llamado a la población para que extreme las medidas preventivas y reduzca el riesgo de aparición de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG), especialmente ante la afectación climatológica que incluye fuertes ráfagas de viento y bajas temperaturas y que ha afectado al país en los últimos días.
Estas infecciones pueden producir alteraciones en las vías respiratorias y debe tenerse especial cuidado en poblaciones vulnerables como niños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Diabetes, Hipertensión, Cardiopatías, entre otros, cuyos cuadros podrían presentar mayor riesgo de complicación.
De acuerdo con el doctor Marco Vinicio Boza Hernández, médico internista e intensivista del hospital Calderón Guardia, dicho llamado se formula en virtud de que las IRAG constituyen una importante causa de morbimortalidad y presentan ciertas condiciones que aumentan el riesgo para desarrollar complicaciones que puedan derivar en formas graves.
Según el especialista, todos los años se verifica un progresivo aumento de estos casos en ciertas épocas del año, este incremento, a su vez, se asocia con un aumento en la demanda de atención, el número de hospitalizaciones, e inclusive, en algunos casos de mortalidad por causas respiratorias.
Ante este panorama, lo más importante es la prevención y el extremo de medidas que eviten la propagación del contagio, por lo que la manera más efectiva de cortar la transmisión de estos agentes infecciosos es mediante la aplicación de medidas higiénicas como el correcto lavado de manos, la aplicación del protocolo del estornudo, medidas de control ambiental y la vacunación contra la Influenza Estacional.
En ese sentido, el especialista hizo un particular llamado a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas para que cumplan puntualmente con su tratamiento, con el objetivo de evitar descompensaciones que puedan poner en riesgo su salud.
De esta manera, los pacientes con asma, bronquitis crónica, rinitis y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que tengan la indicación de utilizar tratamientos de tipo preventivo, de control o mantenimiento, deben cumplirlos de forma regular y por ningún motivo deben suspender o utilizarlos de forma intermitente.
El funcionario manifestó que la mayoría de estos pacientes disponen de medicamentos de “rescate” o crisis, como el caso de los inhaladores de salbutamol para los pacientes asmáticos, por lo que ante un aumento en los síntomas de dificultad respiratoria, los deben utilizar de forma inmediata y de no lograrse una mejoría o si se presenta un empeoramiento de los síntomas, tales como falta de aire, sensación de presión en el pecho o tos excesiva, se debe recurrir al servicio de urgencias más cercano para recibir la valoración y atención médica necesaria.
Adicionalmente, sugirió poner en práctica las siguientes medidas preventivas, con el propósito de cortar la transmisión de los agentes infecciosos:
- Cuidar y aplicar el protocolo para toser y estornudar.
- Estricto lavado de manos con agua y jabón restregando todos los espacios por debajo de las uñas y entre los dedos.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura caliente a fría, lluviosa o ventosa.
- Evitar el tabaquismo y el vapeo por el riesgo de descompensación o agravamiento de los síntomas.
- No asistir o evitar permanecer en lugares con alta concentración de personas.
- Las personas resfriadas o afectadas por alguna afección respiratoria deben evitar acercarse a otras, principalmente a aquellos con mayor vulnerabilidad o riesgo.
El doctor Boza recordó que, en el caso la población infantil, es importante que los padres de familia permanezcan en alerta ante la presencia de signos de dificultad respiratoria, tales como respiración forzada, rápida o forzosa, fatiga, hundimiento de la piel en clavícula y costillas, aleteo nasal, así como cambio en la coloración en labios y uñas que amerite trasladarse al centro de salud más cercano para recibir asistencia médica inmediata.