Los beneficiarios serían asegurados únicamente por el seguro de enfermedad y maternidad bajo la figura del Asegurado Voluntario.
La Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) giró instrucciones para allanar el camino y permitir que las personas en condición de refugiadas o que están solicitando la condición en Costa Rica, puedan ser aseguradas por el seguro de Salud.
El acuerdo del máximo órgano institucional permitirá que los fondos que tiene la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para este fin, puedan ser traspasados a las arcas institucionales, y que la CCSS pueda diseñar y firmar un convenio con dicha entidad.
Luis Diego Calderón Villalobos, gerente financiero de la CCSS, explicó que RET internacional será la encargada de empadronar a los beneficiarios, cuya información trasladará a la CCSS para su respectivo aseguramiento. Esta protección tiene una duración máxima de 12 meses.
Calderón explicó que el aseguramiento será por medio de la figura del asegurado voluntario, ya que permite y en este caso los beneficiaros serán asegurados únicamente por el seguro de enfermedad y maternidad (SEM).
Para el presente convenio, el gerente Financiero manifestó que se partirá de una base de ¢350 mil para calcular el monto por el cual cada persona en condición de refugiada será asegurada. Se estima que se beneficiarán alrededor de 6 000 personas.
El gerente aseguró que con esta medida de la Junta Directiva, la CCSS cumple con el objetivo de procurar la universalidad de los servicios de salud a todas las personas que viven en el territorio nacional; además es una prueba de la labor humanitaria que realiza el país..
No es la primera vez que la institución firma un convenio, ya que entre el 2007 y el 31 de diciembre de 2017, la CCSS tuvo en vigencia uno que tenía por objetivo asegurar en el SEM a las personas en condición de refugiadas y las que están solicitando la condición.
Con esto Costa Rica cumpliría con lo establecido en la 72º Asamblea General de la Salud en Ginebra del pasado 27 de mayo, en la cual los estados miembros acordaron un plan de acción mundial de cinco años para promover la salud de los refugiados y los migrantes. El plan se enfoca en lograr la cobertura de salud universal y el más alto nivel de salud posible para los refugiados y migrantes, y para las poblaciones que los reciben.
El plan incluye medidas para el corto y largo plazo sobre la incorporación general de la atención de salud para refugiados y migrantes. También se refiere a mejorar las alianzas sobre este tema, fortalecer el monitoreo de la salud y los sistemas de información y contrarrestar las percepciones erróneas sobre la salud de los migrantes y refugiados.
A nivel mundial, el número de migrantes internacionales ha crecido. Durante el período 2000-2017, el número total de migrantes internacionales aumentó de 173 millones a 258 millones, un aumento del 49%. El número de personas desplazadas por la fuerza asciende a 68.5 millones, es también el más alto de la historia, e incluye a 25.4 millones de refugiados y 10 millones de apátridas que son aquellas personas que carecen de nacionalidad y acceso a derechos básicos como la educación, la atención médica, el empleo y la libertad de circulación.