Quince años atrás, la malaria enfermaba a alrededor de 2000 personas en Costa Rica. Los esfuerzos del país para controlarla dieron sus frutos y desde el 2013 el país no reporta casos autóctonos de la enfermedad. Por estos logros, Costa Rica es, junto con El Salvador y Surinam, uno de los tres ganadores del premio “Campeones contra el Paludismo”, que entrega desde hace ochos años la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los avances de estos países “afirman aún más nuestra creencia de que podemos efectivamente eliminar la malaria en varias áreas (de la región) en los próximos años”, sostuvo Francisco Becerra, subdirector de la OPS, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Los logros de Costa Rica fueron alcanzados gracias a la puesta en marcha de su Plan Nacional para Eliminar la Malaria, el que incluye el tratamiento supervisado y las visitas domiciliarias de los Equipos Básicos de Atención Integral (EBAIS), quienes a caballo, motocicleta, barco o a pie, visitan las comunidades. Su red de 126 laboratorios y la integración de la atención de la malaria en la red de salud han permitido detectar rápidamente la enfermedad y prevenir brotes. (Vea aquí el video de la experiencia https://youtu.be/MMFlwmkdF0E)
Para el Director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, Dr. Daniel Salas Peraza el galardón otorgado a Costa Rica representa: “un reconocimiento al esfuerzo del país en diferentes áreas de acción que se ha gestado a lo largo de las últimas décadas y que se intensificó para eliminar el principal foco activo de transmisión autóctona, que estaba en Matina”.
Hacia la eliminación
A nivel regional, entre 2000 y 2014 una ampliación de las intervenciones contra la malaria ayudó a reducir los casos en un 67% (de casi 1,2 millones en 2000 a 375.000 en 2014) y las muertes relacionadas con malaria en un 79% (de 390 en 2000 a 89 en 2014), muy superior al promedio mundial (37% y 60% respectivamente).
Ahora, el Plan de Acción para la Eliminación de la Malaria en las Américas 2016 - 2020 de la OPS, que está alineado con la Estrategia Técnica Mundial (GTS) de la OMS busca ayudar a los países a acelerar las acciones y aumentar las inversiones para poner fin a esta enfermedad para 2030.