Al hablar de la salud y la nutrición de los hombres, se deben considerar diversos factores, ya que estos suelen quemar calorías a un ritmo más acelerado que las mujeres.
No obstante, el peso corporal no es el único indicador para medir la salud, sino que es solo una parte del panorama completo. Otros factores como la cantidad de grasa corporal, su distribución en el cuerpo y la calidad general de la dieta también contribuyen al bienestar general.
Los hombres tienen mayor tendencia a acumular peso adicional en la parte media del cuerpo, lo cual puede ser más perjudicial para la salud que la grasa que suele acumularse en la cadera y los muslos en las mujeres.
Por lo tanto, es importante mantener un peso adecuado de manera correcta. En este sentido, existen cuatro nutrientes fundamentales para la salud de los hombres:
Fibra: la mayoría de los hombres consume solo la mitad de los 38 g de fibra diarios recomendados. Los alimentos ricos en fibra ayudan a generar sensación de saciedad y a controlar el peso corporal. Además, la fibra soluble contribuye a reducir los niveles de colesterol y proteger la salud del corazón. Algunas fuentes de fibra incluyen:
- Frijoles
- Moras y ciruelas
- Brócoli y zanahorias
- Avena y cebada
Magnesio: desempeña un papel vital en cientos de funciones corporales. Consumir alimentos ricos en magnesio o tomar suplementos puede mejorar la salud ósea y cardiovascular. Algunas fuentes de magnesio son:
- Vegetales de hojas verdes
- Nueces
- Granos integrales
Potasio: muchos hombres no consumen suficiente potasio, el cual es necesario para el correcto funcionamiento de los nervios, el corazón y los músculos. Este mineral promueve una presión arterial saludable y se encuentra en frutas, vegetales y productos lácteos. Algunas fuentes de potasio recomendadas son:
- Melones
- Tomates
- Aguacates
- Bananas
- Frijoles
- Vegetales verdes
Vitamina D: se recomienda aumentar la ingesta de vitamina D, ya que contribuye al fortalecimiento de los huesos y del sistema inmunológico. Se puede encontrar en productos lácteos fortificados, pescados grasos, yemas de huevo y mariscos. Además, exponerse brevemente al sol un par de veces a la semana también ayuda a obtener dicha vitamina.
Para maximizar la densidad nutricional en cada comida, se recomienda enfocarse en alimentos saludables como vegetales, frutas, proteínas magras y granos integrales.
Consejos prácticos para el bienestar personal
Asistir a revisiones de salud regulares: a pesar de las vidas ajetreadas, es importante no descuidar las necesidades de salud. Programar revisiones de rutina con un médico, así como exámenes visuales y dentales, se vuelve cada vez más relevante a medida que se envejece.
Establecer un plan de ejercicio semanal: los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan alrededor de 150 minutos de actividad física moderada a intensa por semana, lo cual equivale a unos 30 minutos de actividad al día, cinco veces a la semana.
No saltarse el desayuno: para aquellos que no suelen desayunar, se sugiere establecer la meta de consumir una comida saludable algunas mañanas durante la semana. En caso de falta de tiempo, se puede optar por un yogur y una fruta, o preparar un batido de proteína con leche y fruta para llevarlo.
Tomar el control de la dieta: si se tiende a comer cualquier cosa en el camino, se recomienda llevar comida casera algunos días o preparar las comidas en casa una o dos veces a la semana. Esto permite tener un mayor control sobre lo que se consume y las porciones.
Registrar los patrones alimenticios: se sugiere llevar un registro de las comidas durante algunos días, ya que esto permite evaluar los hábitos alimenticios, tanto positivos como negativos.
Finalmente, es importante tomar nota de los pequeños triunfos y logros a medida que se avanza hacia las metas de bienestar personal.
*Cualquier persona que tenga alguna condición de salud o que esté tomando medicamentos deberá hablar con su proveedor de cuidado médico acerca de sus necesidades y restricciones nutricionales.