Melissa Solís Cordero / Periodista Periódico Mensaje

A tan sólo sus diez años, Leonardo Chacón comenzó su andar en el deporte, motivado por sus padres Rafael Chacón Arrieta y Eugenia Corrales Arce, todos vecinos de la Ciudad Blanca.

“Mis papás lo vieron como una forma de guiarnos en el camino del trabajo duro, la disciplina y creación de carácter. Ellos siempre percibieron el deporte como la mejor forma de descargar toda esa energía que como niños traíamos y poco a poco se fue formando entre mis hermanos y yo, siendo ahora luchadores a muerte por alcanzar nuestras metas”, dijo Chacón.

Lo que inició como una necesidad se convirtió en su pasión y en su diario vivir; al meterse a clases de natación con el fin de aprender y no ahogarse, pero luego ingresó al equipo de natación de Liberia, donde dio sus primeros pasos como atleta.

Su decisión de inclinarse al triatlón se concretó cuando vio a sus hermanos ganar las primeras medallas de oro.

“Cuando fui a juegos nacionales en natación de Puntarenas y mis hermanos se traían medallas de Oro y yo con las manos vacías en natación, decidí darme la oportunidad de hacer lo que ellos hacían y saber si tenía el mismo talento. Gracias a Dios mis papás con lo poco que teníamos siempre me apoyaron y pude crecer en el triatlón”, indicó el liberiano.

Éste le permitía entrenar tres disciplinas, le gustó y se dedicó de lleno a él. Además Leo practicó el ciclismo de ruta y el ciclismo de montaña con mucho éxito, por sugerencia de quien era su entrenador en ese momento, con la intención de mejorar su capacidad en el ciclismo.

En ciclismo ganó medalla de oro en la etapa de Ruta y medalla de plata en contrarreloj de los Juegos Nacionales San Carlos 1999. Un año más tarde obtuvo medalla de plata en Pococi 2000, y después  en los Juegos Nacionales de Nicoya 2004.

Su primer triatlón fue en el Hotel Fiesta en Puntarenas, donde lo ganó  y lo califica como una experiencia increíble.

Su motivación para crecer en este campo deportivo ha sido la disciplina. “Si te lo propones y trabajamos duro pero muy duro y con disciplina inigualable, así todos los  sueños se pueden cumplir”, afirmó.

El deporte está 100% presente en su vivir, a pesar de que considera que no es el más talentoso ni el mejor en este campo. “Mientras los otros duermen yo entreno, mientras van de fiesta yo entreno, mientras se quejan yo entreno. Un calendario diferente, todos los días son lunes, disposición 24/7 para cumplir con lo establecido; sin conocer de festivos ni cumpleaños, sino pertenecer a mi objetivo”, enfatizó.

Los premios alcanzados han sido numerosos, desde medallas, trofeos y experiencias inigualables. “Han sido muchos gracias a Dios pero para mí esas cosas son efímeras, mueren con el tiempo. Mi mayor premio, mi medallita de oro es ser feliz”, manifestó.

Sin embargo, su gane más significativo fue su primera Copa Panamericana en México. “Fue ahí, cuando nadie creía en mí, donde nadie apostaba por el tico. Ese día me demostré que podía ser tan grande como trabajara”, expuso.

Entre los mayores desafíos en este andar, Chacón apuesta por vencerse a sí mismo, reconocer sus errores y seguir en la búsqueda eterna de su mejor versión, no sólo como deportista, sino como amigo, hijo, esposo y ser humano.

El liberiano afirma que entrena  entre 4 a 7 horas diarias, no piensa en esquemas ni en horarios, sólo sabe que debe cumplir con lo establecido porque es su trabajo. 

Más allá de representar a su país en los diferentes encuentros nacionales e internacionales, el triatlonista representa a su tierra natal.

“Liberia es mi esencia, la llevo eternamente en mi sangre, en mi lenguaje y mis costumbres. El destino me ha alejado de mi Ciudad Blanca pero añoro con volver lo más pronto posible y morir en ella”, dijo.

Entre sus proyectos deportivos está prepararse para participar en los próximos Juegos Olímpicos Rio de Janeiro 2016. Su asistencia se confirmó luego de quedar en el puesto 16, su mejor resultado en una Súper Serie de Mundial de Triatlón, en Edmonton, Canadá, el pasado 6 de setiembre.  

A parte del deporte, Leo es administrador de empresas, y labora para su empresa de varias tiendas deportivas.

En sus tiempos libres, le gusta disfrutar de la playa, ojalá desolada y pasar el día sin interrupción. “Me gusta dedicarme sólo a contemplar la inmensidad en la que vivimos. Además disfruto mucho estar con mi esposa, me hace sentir que le pertenezco y eso me llena inmensamente”, concluyó el atleta.