Claudio Rojas tiene 44 años de vivir en El Coco, prácticamente toda su vida ha pertenecido a esta comunidad que lo ha visto crecer. A diferencia de muchos, su trayectoria en el deporte es algo corta, sin embargo, no ha necesitado de más tiempo para querer dejar su propia huella en el lugar.
Él, junto a tres amigos, ha tomado en sus manos el reto de crear un comité municipal deportivo que permita abrir nuevas oportunidades para las generaciones más jóvenes. COMUTRICA, es el nombre de la primera organización enfocada en el triatlón que existe en el cantón.
¿Cómo comenzó su afinidad por el triatlón?
Hace un tiempo me detectaran ciertos problemas de salud causados por la obesidad y tuve que tomar una decisión radical que mejorara mi estilo de vida, y el deporte fue la salida. Lo bonito es que mi entrenamiento y mi debut, fue haciendo el IRONMAN 70.3.
¿Cómo se vive un IRONMAN 70.3 desde su propia perspectiva?
Al momento de salida, se entra en un trance de concentración completa, mientras que las pulsaciones llegan casi que al tope. La adrenalina está full y el control de mente es fundamental para cumplir el objetivo. Uno trata de concentrarse mientras recibe patadas, golpes y rasguños en la natación; luego hace lo posible por evitar un accidente en la bicicleta y procura sacar fuerzas para ponerse a correr. Durante todo ese tiempo, se piensa en la familia; la vida de uno transcurre en todas las horas de carrera como parte de su propia motivación. Cuando se llega a la meta es una sensación indescriptible, uno llora o grita de júbilo, porque son demasiadas horas de exigirle al cuerpo, realmente esto se logra solo con entrenamiento y Dios a la par”.
¿Qué siente al saber que los muchachos de su comité van a enfrentarse a lo que usted ya vivió?
Es una gran satisfacción porque muchos de los que compiten han comenzado desde cero y con un sueño que es competir en este evento.
¿Es una responsabilidad ser ejemplo para estos jóvenes?
¡Es una responsabilidad enorme! Cuando estuve en la competencia hubo una persona que creyó en mí y me esperó durante 7 horas hasta que llegara a la meta, y yo no lo sabía hasta que me contó. Ese apoyo jamás se puede olvidar. De esa misma forma es que queremos apoyar a los niños y jóvenes de la comunidad, para que puedan contar con alguien que crea en ellos y puedan alejarse de cosas sin sentido como las drogas. El problema de drogadicción muchas veces es por falta de ocupación y de oportunidades, y esto se ha encargado de darle una cara al cantón muy equivocada. Nosotros queremos devolverle su esencia.
¿Qué es lo que más lo llena de esta iniciativa?
Saber que se pensando en un futuro como un centro deportivo, para beneficio de la población. El saber que cuando se tienen ideas grandes cuesta mucho que la gente crea en ellas. Este proyecto comenzó sin nada, y ahora cada vez tenemos más apoyo de personas y entes que tal vez no nos conocen. Desde la Junta Directiva ad-honorem de COMUTRICA, hasta la Municipalidad de Carrillo, las asociaciones de desarrollo de la zona, y la empresa privada, han dado un apoyo incondicional.
¿Cuál es su frase de vida para salir adelante y que aplica para impulsar a los atletas?
Tengo dos que uso para mí y se las inculco constantemente a los miembros del equipo: “Si uno antepone a Dios ante cualquier cosa todo se puede lograr “; y “Uno no puede lograr nada, sin la ayuda de alguien”. Necesitamos crear este tipo de historias que inspiren a los demás a ser mejor.