Por José Aguilar Berrocal, Presidente de la Fundación Acción Joven
En los últimos meses la Fundación Acción Joven inicio un proyecto en el cantón de Santa Cruz, Guanacaste, donde se desarrollará un “Centro de Desarrollo Integral para la Juventud”. Este proyecto beneficiará a las nuevas generaciones de ese cantón y zonas aledañas de una provincia que en los últimos 20 años transformó significativamente su paisaje económico.
La Fundación tiene el apoyo decidido de la Asociación de Judo Sabanero, Desarrollo Humano Estratégico y el Arquitecto Michael Smith Masís, de la empresa Entre Nos Atelier Central, quien en este momento se encuentra en la recta final del diseño de los planos de la obra.
Además, hemos tenido la participación y sugerencias de la Municipalidad de Santa Cruz, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación Pública, el Sistema Nacional de Areas de Conservación, la Iglesia Católica y las Fundaciones CEPIA y Tamarindo Park.
Esa suma de fuerzas marcará un punto de inflexión en cuanto a los proyectos que históricamente se han llevado a cabo en Guanacaste en beneficio de quienes en los próximos años asumirán las riendas de la conducción de esa región que está habida de profesionales de alto nivel capacitados en áreas como el dominio de un segundo idioma, el uso de las herramientas de la Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Una vez puesta en marcha esta iniciativa permitirá que una gran cantidad de jóvenes empiecen a caminar hacia el éxito apoyados en la educación como el vehículo de movilidad social por excelencia.
El centro de formación se construirá en una propiedad donada por la Catedrática de la Universidad de Costa Rica, Xinia Picado, servirá para potenciar las muchas habilidades -cognitivas y prácticas- de muchos jóvenes constantemente acechados por múltiples amenazas como el tráfico de drogas, la exclusión estudiantil y exclusión social, entre otros peligros.
Sirvan estas líneas para lanzar un llamado de atención para todas aquellas instituciones, organizaciones y empresas que deseen sumarse a este esfuerzo que esperamos, en el futuro, pueda multiplicarse a otras latitudes de la geografía nacional.
Por lo menos ya iniciamos los primeros pasos en ese proceso de transformación cuyos frutos permitirán mejorar la calidad de vida de las y los ciudadanos del futuro.
Vale la pena sumarse.