Cubre productos como banano, café, palma aceitera, piña, caña de azúcar, forestales, raíces y tubérculos, hortalizas y frutales, guayabita del Perú y plantas ornamentales y protege de daños causados por la sequía, inundaciones, plagas y enfermedades.
El Gobierno presentó este lunes la nueva metodología para la adquisición del Seguro Agrícola, que incluye una herramienta de gestión de riesgos agropecuarios, con el objetivo de ofrecer un servicio más ágil, práctico y brindar protección y tranquilidad ante una eventual emergencia.
La propuesta, dada a conocer en conferencia de prensa en las instalaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), fue desarrollada por el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR). El seguro estará incluido automáticamente en los créditos que los productores soliciten a esta entidad financiera, a una tarifa preferencial y con trámites simplificados.
El presidente Carlos Alvarado explicó que el instrumento desarrollado por el INS y el Banco Nacional es parte de una estrategia más amplia para acercar el seguro de cosechas a los agricultores y agricultoras. “Es un mecanismo no solo para proteger al productor en el contexto de cambio climático que enfrentamos, sino también para facilitarle el acceso al crédito, fundamental para la reactivación económica en las regiones”, dijo.
Esta póliza cubre una amplia gama de cultivos como banano, café, palma aceitera, piña, caña de azúcar, forestales, raíces y tubérculos, hortalizas y frutales. Recientemente se incluyeron nuevos productos como guayabita del Perú, plantas ornamentales y plantas de café (hasta el tercer año se asegura la planta y a partir de allí la cosecha).
El presidente ejecutivo del INS, Elian Villegas, indicó que el objetivo de la nueva metodología es que los clientes se encuentren con un seguro que sea fácil de adquirir y que a la vez les garantice tranquilidad. “Esta póliza cumple con ambos factores y esperamos que nos permita asegurar los cultivos de cientos de productores y sus familias”, expresó.
Por su parte, Gustavo Vargas, gerente general del Banco Nacional indicó que este acompañamiento al productor nacional se suma al apoyo incondicional que ha dado la entidad financiera estatal al sector desde que surgió hace 105 años. “Esta modalidad es una muestra de la preocupación auténtica que hemos tenido siempre por mejorar su calidad de vida y resguardar su representatividad en la economía del país”, dijo.
Beneficios para el sector. El INS y el MAG están apostando promover la implementación de las buenas prácticas agrícolas, debido a que en los últimos años se han presentado una serie de eventos climáticos que cada vez son más frecuentes y están teniendo un impacto negativo en la productividad nacional.
En octubre de 2017 el huracán Nate causó pérdidas en el sector por cerca de ₡13.788 millones, dañando 6.553 fincas y afectando 8.004 productores. Un año antes, el huracán Otto golpeó a 2.185 productores quienes perdieron aproximadamente ₡18.409 millones y fueron devastadas 2.661 fincas, según un informe desarrollado por el MAG.
Precisamente, dentro de las coberturas que se ofrece este seguro se encuentran los daños causados por riesgos de la naturaleza como sequía e inundaciones y plagas y enfermedades.
“Nos hemos dado a la tarea de actualizar las estructuras de costos y rendimientos de más de 100 actividades agropecuarias en todas las regiones, con la participación y el criterio de los técnicos y de los agricultores involucrados. Esta información está permitiendo el desarrollo de todo el andamiaje de seguros que estamos construyendo para aumentar la resiliencia de la producción agropecuaria”, explicó el jerarca del MAG, Renato Alvarado.
Agregó que, con apoyo de herramientas de tecnología móvil e información satelital, se está obteniendo datos relevantes sobre las condiciones de clima para continuar construyendo las herramientas necesarias que acerquen al sector a condiciones de aseguramiento.
“Nos interesa impulsar las buenas prácticas para la producción a nivel nacional y ser parte fundamental de nuestros productores, es importante recalcar que todos nosotros dependemos de ellos 3 veces al día (desayuno, almuerzo y cena), por lo que esta alianza nos permite colaborar en el desarrollo de la seguridad alimentaria”, acotó.
¿Cómo se tramita?
Cuando el productor concrete una operación crediticia con el Banco Nacional, automáticamente llenará la solicitud de póliza de Seguro Agrícola. Así, contará con una póliza activa que protegerá su plantación en caso de que ocurra alguna catástrofe natural que pueda ocasionar pérdidas en sus cultivos.
La póliza inicia su vigencia desde el momento en que el cultivo se encuentre germinado (siembra directa) o arraigado (trasplante) y tendrá finalización en el momento en que el cultivo se coseche.
La inspección de aseguramiento se realizará de forma posterior y aleatoria, por lo que los agricultores siempre tendrán visita de los Ingenieros del INS para comprobar las condiciones fitosanitarias de las plantaciones.
Prácticas de mitigación
Árboles de sombra: permiten la sombra, ayudando a mantener el microclima de la plantación, y protegen contra golpes de las gotas de lluvia.
Barreras rompe viento: evitan la erosión eólica y disminuyen el impacto directo del viento en planta y flor.
Coberturas vivas: reducen la utilización de agroquímicos y evita la erosión del suelo.
Riego en campo: permite mantener los requerimientos hídricos del cultivo durante todo el ciclo productivo.
Terrazas: mitigan la pérdida de suelo y deslizamientos.
Cosecha de agua: aumenta la capacidad de manejo del cultivo en épocas de escasez de agua.
Hidro retenedores: mantienen la humedad del suelo.
Siembra a contorno: evita la pérdida de suelo y deslizamientos.